VOY Y NO SE EN DONDE ESTOY.
Voy de Madrid a Galicia
con la prisa que requiere,
el sentir cierta delicia
cuando la vida se quiere.
Pasando por esas tierras
con la meseta de fondo,
al ver que no quieres guerras
ni ningún rencor escondo.
Voy por tierras levantinas
entre grandes claridades,
que me parecen divinas
cuando vives sus verdades.
Las palmeras de Alicante
son recuerdos permanentes,
con esa costa elegante
donde se bañan las gentes.
Madrid la tengo de escuela
por ser ciudad de acogida,
el tiempo pasa que vuela
y tienes siempre salida.
A Calpe llevo presente
con sus bonitos paisajes,
no quisiera estar ausente
ni soñar con ver anclajes.
Voy recorriendo caminos
mientras sueño con Machado,
escuchando ciertos trinos
de aquel destino exiliado.
El mañana va llegando
con sus brisas pasajeras,
mis versos se van volando
por preciosas carreteras.
Soria marca mi camino
en las tardes de verano,
sin querer cambiar mi signo
siempre soy un ser humano.
G X Cantalapiedra.
Voy de Madrid a Galicia
con la prisa que requiere,
el sentir cierta delicia
cuando la vida se quiere.
Pasando por esas tierras
con la meseta de fondo,
al ver que no quieres guerras
ni ningún rencor escondo.
Voy por tierras levantinas
entre grandes claridades,
que me parecen divinas
cuando vives sus verdades.
Las palmeras de Alicante
son recuerdos permanentes,
con esa costa elegante
donde se bañan las gentes.
Madrid la tengo de escuela
por ser ciudad de acogida,
el tiempo pasa que vuela
y tienes siempre salida.
A Calpe llevo presente
con sus bonitos paisajes,
no quisiera estar ausente
ni soñar con ver anclajes.
Voy recorriendo caminos
mientras sueño con Machado,
escuchando ciertos trinos
de aquel destino exiliado.
El mañana va llegando
con sus brisas pasajeras,
mis versos se van volando
por preciosas carreteras.
Soria marca mi camino
en las tardes de verano,
sin querer cambiar mi signo
siempre soy un ser humano.
G X Cantalapiedra.