LOS DELIRIOS DE UN MÚSICO
Eran años difíciles para salir adelante del trabajo de ser músico, y aquel joven que tocaba la trompeta de maravilla, hizo que sus padres se empeñaran para comprarle la mejor del mercado musical, cuando el joven trompetista se decidió a ir por el mundo para ganar fama y dinero, no todo fue fácil, ya que estuvo incluso en un circo acompañando al domador de fieras, pasó por diferentes lugares intentando solucionar su vida, pero no era nada fácil, ya que en las orquestas que el buscó, en ese momento no precisaban esa clase de músico, llegando incluso a San Sebastián, donde tuvo la suerte de estar tocando en una sala de fiestas, con una buena orquesta, ya que el músico que tocaba ese instrumento se encontraba enfermo, y así pudo seguir con su ilusión de ser un famoso trompetista, de vez en cuando tocaba la canción del silencio, y en una de esas ocasiones, un promotor de fiestas logró hablar con este joven trompetista, que ya no le dejaría nunca, ya que sus actuaciones en diferentes orquestas le daban dinero y fama. Y este hombre joven empezó recorriendo toda España, sin poner ninguna pega, solamente que a sus padres les visitaba poco, al estar siempre de un lado para otro, más su afición la pudo desarrollar por muchos años, y su trompeta llegó a recorrer la mayoría de esos lugares famosos de nuestra Península Ibérica, El delirio de este joven que desde niño quiso ser trompetista, lo pudo lograr con creces, aunque no se hiciera rico, pudo vivir dignamente de ese trabajo que es diversión para la mayoría de las personas. G X Cantalapiedra.
Eran años difíciles para salir adelante del trabajo de ser músico, y aquel joven que tocaba la trompeta de maravilla, hizo que sus padres se empeñaran para comprarle la mejor del mercado musical, cuando el joven trompetista se decidió a ir por el mundo para ganar fama y dinero, no todo fue fácil, ya que estuvo incluso en un circo acompañando al domador de fieras, pasó por diferentes lugares intentando solucionar su vida, pero no era nada fácil, ya que en las orquestas que el buscó, en ese momento no precisaban esa clase de músico, llegando incluso a San Sebastián, donde tuvo la suerte de estar tocando en una sala de fiestas, con una buena orquesta, ya que el músico que tocaba ese instrumento se encontraba enfermo, y así pudo seguir con su ilusión de ser un famoso trompetista, de vez en cuando tocaba la canción del silencio, y en una de esas ocasiones, un promotor de fiestas logró hablar con este joven trompetista, que ya no le dejaría nunca, ya que sus actuaciones en diferentes orquestas le daban dinero y fama. Y este hombre joven empezó recorriendo toda España, sin poner ninguna pega, solamente que a sus padres les visitaba poco, al estar siempre de un lado para otro, más su afición la pudo desarrollar por muchos años, y su trompeta llegó a recorrer la mayoría de esos lugares famosos de nuestra Península Ibérica, El delirio de este joven que desde niño quiso ser trompetista, lo pudo lograr con creces, aunque no se hiciera rico, pudo vivir dignamente de ese trabajo que es diversión para la mayoría de las personas. G X Cantalapiedra.