ERAN TRES AMIGOS
Aquella noche del mes de septiembre de 1975. Tres amigos venidos de diferentes lugares de España, pero con sus raíces de Soria, en un coche SEAT. 600. Se disponían a pasar una buena aventura, Llegaron desde El Burgo de Osma hasta el Castillo Fortaleza de Gormaz. La noche se les había echado encima, y decidieron con sus buenas linternas hacer el recorrido de esas murallas con más de un kilómetro, vieron desde arriba de dicho Castillo, como el Sol se escondía entra las pocas nubes de aquella tarde noche, El silencio imponía respeto, más los tres jovenes se lo tomaban a broma, y aquella aventura nocturna les animaba a seguir vacilando a la noche, Una vez visto aquel lugar salieron camino de Berlanga de Duero. Donde quisieron pasar sin permiso para divisar aquel Castillo de su colina, Todo aquel ambiente a los tres jovenes les ponía en marcha, comprobando que la noche de brujas, nunca viniese sola. Fueron momento de cruzar el Río Duero, de sentir el miedo a flor de piel, de no poder contar a nadie su problema.. Estos tres jovenes fueron cada vez a más sus travesuras, mientras dentro de su mente figuraba el poder conocer las brujas después de andar dando volantazos, La noche casi madrugada les dejaba en El Burgo de Osma, donde quisieron pisar las orillas del Río Ucero, y ver como la hierba de sus jardines, tenía una escarcha de la que te da frío solo el verla. Esa noche los tres jovenes pasaron miedo, viendo a veces luces y sombras en carreteras desiertas, donde mejor que no te pase nada, por no encontrar a ningún vehículo circulando, La aventura de aquellos tres jovenes se puede decir que no les dejó bellos recuerdos, tan solo el miedo de encontrarte solo, y en aquellos años sin teléfono de comunicación. G X Cantalapiedra.
Aquella noche del mes de septiembre de 1975. Tres amigos venidos de diferentes lugares de España, pero con sus raíces de Soria, en un coche SEAT. 600. Se disponían a pasar una buena aventura, Llegaron desde El Burgo de Osma hasta el Castillo Fortaleza de Gormaz. La noche se les había echado encima, y decidieron con sus buenas linternas hacer el recorrido de esas murallas con más de un kilómetro, vieron desde arriba de dicho Castillo, como el Sol se escondía entra las pocas nubes de aquella tarde noche, El silencio imponía respeto, más los tres jovenes se lo tomaban a broma, y aquella aventura nocturna les animaba a seguir vacilando a la noche, Una vez visto aquel lugar salieron camino de Berlanga de Duero. Donde quisieron pasar sin permiso para divisar aquel Castillo de su colina, Todo aquel ambiente a los tres jovenes les ponía en marcha, comprobando que la noche de brujas, nunca viniese sola. Fueron momento de cruzar el Río Duero, de sentir el miedo a flor de piel, de no poder contar a nadie su problema.. Estos tres jovenes fueron cada vez a más sus travesuras, mientras dentro de su mente figuraba el poder conocer las brujas después de andar dando volantazos, La noche casi madrugada les dejaba en El Burgo de Osma, donde quisieron pisar las orillas del Río Ucero, y ver como la hierba de sus jardines, tenía una escarcha de la que te da frío solo el verla. Esa noche los tres jovenes pasaron miedo, viendo a veces luces y sombras en carreteras desiertas, donde mejor que no te pase nada, por no encontrar a ningún vehículo circulando, La aventura de aquellos tres jovenes se puede decir que no les dejó bellos recuerdos, tan solo el miedo de encontrarte solo, y en aquellos años sin teléfono de comunicación. G X Cantalapiedra.