CUANDO EL RÍO UCERO SE DESBORDABA,
Parece ser que hace siglos el Río Ucero se desbordaba, y que la Cuesta de La Galiana era pura nieve amontonada, incluso el Cañón de Rio Lobos era un montón de nieve congelada, Las temperaturas del invierno se dejaban sentir en aquellas tierras de templarios, donde sus cuevas albergaban vida humana, y se hacían hogueras para aguantar tan frías temperaturas, Más parece ser que en el mes de marzo a últimos, la lluvia caía con fuerza sobre todo aquel cañón y laderas, haciendo crecer los ríos Lobos y El Ucero, que circulaban hasta el Río Duero, aunque en su trayecto se llevaran arboles y maleza que atrancaba su caudal, el Burgo se Osma no existía, si Osma antes llamada Uxama, pueblo Arévaco y luego Romano, que desde la Atalaya veían todo el Valle inundado, con su fuerza de desbordamiento, La nieve acumulada de meses se hacía agua, y empezaba su camino buscando el mar, Eran tiempos donde el cambio climático nadie sabía que existiría, eran tiempos de a Dios rogando y con el mazo dando, Más las huellas de aquellos años de la edad antigua no debieran de ser olvidados, ya que hoy día la nieve apenas cae por estos lugares, y las personas no piensan en desbordamientos, fatal error, Ya que La Madre Naturaleza puede darse el capricho de mandarnos una Dana, y ver como el caudal tranquilo de esos ríos se pondría a tope, y dejaría jardines y algunas viviendas tapadas de agua, ojala nunca se de tan grande tragedia, pero no es imposible, sería bueno dejar esos cauces un poco más limpios por si eso ocurriera, no tener que lamentar desgracias más tarde. Decía el poeta León Felipe Camino Galicia. “Quien no lee diez siglos de historia y vuelve a cerrar el libro, al ver los mismos traidores y los mismos vencidos”, Que las repeticiones a veces nunca son buenas, y habrá que poner razones para evitar muchas penas.
G X Cantalapiedra.
Parece ser que hace siglos el Río Ucero se desbordaba, y que la Cuesta de La Galiana era pura nieve amontonada, incluso el Cañón de Rio Lobos era un montón de nieve congelada, Las temperaturas del invierno se dejaban sentir en aquellas tierras de templarios, donde sus cuevas albergaban vida humana, y se hacían hogueras para aguantar tan frías temperaturas, Más parece ser que en el mes de marzo a últimos, la lluvia caía con fuerza sobre todo aquel cañón y laderas, haciendo crecer los ríos Lobos y El Ucero, que circulaban hasta el Río Duero, aunque en su trayecto se llevaran arboles y maleza que atrancaba su caudal, el Burgo se Osma no existía, si Osma antes llamada Uxama, pueblo Arévaco y luego Romano, que desde la Atalaya veían todo el Valle inundado, con su fuerza de desbordamiento, La nieve acumulada de meses se hacía agua, y empezaba su camino buscando el mar, Eran tiempos donde el cambio climático nadie sabía que existiría, eran tiempos de a Dios rogando y con el mazo dando, Más las huellas de aquellos años de la edad antigua no debieran de ser olvidados, ya que hoy día la nieve apenas cae por estos lugares, y las personas no piensan en desbordamientos, fatal error, Ya que La Madre Naturaleza puede darse el capricho de mandarnos una Dana, y ver como el caudal tranquilo de esos ríos se pondría a tope, y dejaría jardines y algunas viviendas tapadas de agua, ojala nunca se de tan grande tragedia, pero no es imposible, sería bueno dejar esos cauces un poco más limpios por si eso ocurriera, no tener que lamentar desgracias más tarde. Decía el poeta León Felipe Camino Galicia. “Quien no lee diez siglos de historia y vuelve a cerrar el libro, al ver los mismos traidores y los mismos vencidos”, Que las repeticiones a veces nunca son buenas, y habrá que poner razones para evitar muchas penas.
G X Cantalapiedra.