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FRÍO UN DÍA DE SANTIAGO DE 1973
El año de 1973, el día de Santiago el 25, de julio, el frío parecía ser la nota importante, llegue al Burgo de Osma con mi coche a las diez de la mañana, La Plaza estaba vacía, con su jardín en el centro, que daba un buen aspecto, y pare a desayunar en la Cafetería Capitol, al bajar del automóvil noté ese frío de invierno en pleno verano, pensé que no seria normal, como así pregunte en dicha cafetería, el camarero que me atendió me comento, Este frío es normal en esta tierra, esto es Soria. y después pensé que dice el refrán “que de Soria ni frío ni novia”, Aunque eso es solo un refrán, anduve todo el día con el coche paseando por esa tierra, era la primera vez que pisaba ahí, aunque hacia algún año que yendo camino de Barcelona paramos en Medinaceli a desayunar, el frío aquel día de Santiago fue constante, incluso con un sol brillando que parecía no calentar nada, Cuando llevas viviendo varios años en el Burgo, sabes de sobra que a la metida del sol las temperaturas bajan todos los días, y no te causan esa sensación de las primeras veces, que te cogen un poco desprevenido, No sé si será el Río Ucero, o la proximidad del Río Duero, incluso el Río Abión, todo puede ser posible, yo pienso que el viento que viene desde La Cuesta de La Galiana, con el Cañón del Río Lobos, puede ser un ventilador que te deje helado en pleno mes de agosto, y que las madrugadas sean frías para las personas que no nos gusta el frío, Ahora que nos hablan del cambio climático, es posible que afecte a todos los territorios, nunca más he notado el frío en pleno verano como aquel famoso y frío día en el mes de Julio. Lo tengo en mi memoria metido sin poderlo olvidar. Aquel día pase frío toda la jornada, y me fui de Soria sobre las once de la noche, con el frío en el cuerpo. Hasta llegar a la provincia de Madrid no entre en calor. X Cantalapiedra.
El año de 1973, el día de Santiago el 25, de julio, el frío parecía ser la nota importante, llegue al Burgo de Osma con mi coche a las diez de la mañana, La Plaza estaba vacía, con su jardín en el centro, que daba un buen aspecto, y pare a desayunar en la Cafetería Capitol, al bajar del automóvil noté ese frío de invierno en pleno verano, pensé que no seria normal, como así pregunte en dicha cafetería, el camarero que me atendió me comento, Este frío es normal en esta tierra, esto es Soria. y después pensé que dice el refrán “que de Soria ni frío ni novia”, Aunque eso es solo un refrán, anduve todo el día con el coche paseando por esa tierra, era la primera vez que pisaba ahí, aunque hacia algún año que yendo camino de Barcelona paramos en Medinaceli a desayunar, el frío aquel día de Santiago fue constante, incluso con un sol brillando que parecía no calentar nada, Cuando llevas viviendo varios años en el Burgo, sabes de sobra que a la metida del sol las temperaturas bajan todos los días, y no te causan esa sensación de las primeras veces, que te cogen un poco desprevenido, No sé si será el Río Ucero, o la proximidad del Río Duero, incluso el Río Abión, todo puede ser posible, yo pienso que el viento que viene desde La Cuesta de La Galiana, con el Cañón del Río Lobos, puede ser un ventilador que te deje helado en pleno mes de agosto, y que las madrugadas sean frías para las personas que no nos gusta el frío, Ahora que nos hablan del cambio climático, es posible que afecte a todos los territorios, nunca más he notado el frío en pleno verano como aquel famoso y frío día en el mes de Julio. Lo tengo en mi memoria metido sin poderlo olvidar. Aquel día pase frío toda la jornada, y me fui de Soria sobre las once de la noche, con el frío en el cuerpo. Hasta llegar a la provincia de Madrid no entre en calor. X Cantalapiedra.