Ciudad del Cielo.
Luces tenues en la oscuridad reflejan en tus teselas
armoniosamente incrustadas como cuadrados de un tablero de ajedrez.
En la entrada del Palacio estabas para salvaguardar mi inocencia.
Hechicera sabía y valiente.
Pues aquella mujer de mirada lasciva, abarrotada de deseo
puso su mano sobre la parte alta de mi pantalón
sobre la pana que vestía mi ... (ver texto completo)
Luces tenues en la oscuridad reflejan en tus teselas
armoniosamente incrustadas como cuadrados de un tablero de ajedrez.
En la entrada del Palacio estabas para salvaguardar mi inocencia.
Hechicera sabía y valiente.
Pues aquella mujer de mirada lasciva, abarrotada de deseo
puso su mano sobre la parte alta de mi pantalón
sobre la pana que vestía mi ... (ver texto completo)