Me gustaría quedar con mi amigo del alma Eduardo Caravantes, estupendo compañero de travesuras de mi infancia en Fuentetoba, meternos debajo de las frias aguas de la cascada de la Toba y ensuciar el agua de los estanques revolviendo en sus fondos llenos de hojas muertas y tirarnos unos perillos en la huerta después de habernos inflado de moras en la gran morera de la entrada, después subirnos al Pico Frentes a buscar fosiles como hacia de. Clemente. Si ves este mensaje, recibe un fuerte abrazo y trata de localizarme en Pozuelo de Al.
Angel.
Angel.