CUANDO SENTIMOS A SORIA
Los que soñamos con Soria
y la llevamos por dentro,
notamos en la memoria
un amor de sentimiento.
Entre ríos y montañas
sus paisajes son austeros,
dicen que tienen entrañas
con gestos de aventureros.
El Duero marca caminos
en las veredas sorianas,
escuchando ciertos trinos
en las bonitas mañanas.
Laderas llenas de pinos
donde crece el romancero,
entre los sueños divinos
del sufrido caballero.
Alamedas solitarias
con sus pájaros cantores,
sin gentes estrafalarias
que puedan causar dolores.
Estos caminos de Soria
que les percibo en el alma,
parece que tienen gloria
si te devuelven la calma.
Sentir a Soria en la mente
como si fuera tu vida,
es llevarla tan presente
que nunca la ves perdida.
El sentimiento es dulzura
que recibimos sin tacha,
Soria tierra de cultura
donde su historia no empacha.
La tierra siempre reclama
al emigrante forzoso,
parece que así le llama
para verle más gozoso.
G X Cantalapiedra.
Los que soñamos con Soria
y la llevamos por dentro,
notamos en la memoria
un amor de sentimiento.
Entre ríos y montañas
sus paisajes son austeros,
dicen que tienen entrañas
con gestos de aventureros.
El Duero marca caminos
en las veredas sorianas,
escuchando ciertos trinos
en las bonitas mañanas.
Laderas llenas de pinos
donde crece el romancero,
entre los sueños divinos
del sufrido caballero.
Alamedas solitarias
con sus pájaros cantores,
sin gentes estrafalarias
que puedan causar dolores.
Estos caminos de Soria
que les percibo en el alma,
parece que tienen gloria
si te devuelven la calma.
Sentir a Soria en la mente
como si fuera tu vida,
es llevarla tan presente
que nunca la ves perdida.
El sentimiento es dulzura
que recibimos sin tacha,
Soria tierra de cultura
donde su historia no empacha.
La tierra siempre reclama
al emigrante forzoso,
parece que así le llama
para verle más gozoso.
G X Cantalapiedra.