Esta temible fortificación fue levantada en el siglo por por los arquitectos califales y está dotada de inmensas murallas que coronan todo el alto cerro desde el que se domina férreamente la llanura castellana. Se trata, sin duda, de la más imponente fortificación alzada por los musulmanes españoles y quizás la mejor de toda la ingeniería militar de la época. Está dotada de 24 torres prismáticas unidas por muros de 10 metros de altura que forman un inmenso recinto en el que destacan dos torres imponentes, la del Homenaje y la de Almanzor. El castillo, con 380 metros de largo y casi un kilómetro de perímetro causa intensa impresión en el viajero. Se conserva una magnífica portada califal, con arco doble de herradura, así como diferentes vestigios de estancias, aljibes, almacenes, acuartelamientos, . Se piensa, por sus dimensiones, que podía llegar a albergar en caso de necesidad una población del orden de las 30.000 personas. La moderna arqueología ha detectado que esta impresionante construcción se alzó sobre lo que antes fue un castro arévaco.