VISITAR GORMAZ CON CHOCOLATE
Hace ahora 35, años, que tres personas, dos muy jovenes, subíamos al Castillo Fortaleza de Gormaz, y en el pueblo antes de subir comprábamos chocolate, que repartíamos entre los tres andarines, los jovenes enseguida se ponían en forma, la subida al pueblo de Gormaz desde el Río Duero era por la Calzada Romana, con sus grandes curvas, el siguiente tramo era por la carretera de la Fortaleza. Califal de Gormaz, El calor del mes de agosto era normal, la subida llena de ilusiones, en aquellos años de juventud era muy grande, una vez arriba del Castillo, visitábamos todo el recinto, hasta el kilómetro y pico de muralla, y llegábamos a la punta donde siempre corre el viento, con vista hacia Villanueva de Gormaz. Era una pasada de excursión, hablando de aquellos años donde Gormaz fue lugar de poder del mundo musulmán, la bajada era mucho menos arriesgada, al lado dejábamos la Ermita de San Miguel, joya de la antigüedad medieval, y de nuevo la Calzada Romana, hasta llegar al Puente que hoy día es peatonal, son recuerdos que no se olvidan, son lugares donde la vista disfruto de aquel tan bello entorno, el paisaje que desde allí arriba se puede ver, es algo fenomenal, la vista alcanza muchos lugares, que te dejan sus huellas para toda la vida, aquel viaje con el chocolate crudo, fue una realidad para muchas personas que caminaban andando por esos parajes de la provincia de Soria. G X Cantalapiedra.
Hace ahora 35, años, que tres personas, dos muy jovenes, subíamos al Castillo Fortaleza de Gormaz, y en el pueblo antes de subir comprábamos chocolate, que repartíamos entre los tres andarines, los jovenes enseguida se ponían en forma, la subida al pueblo de Gormaz desde el Río Duero era por la Calzada Romana, con sus grandes curvas, el siguiente tramo era por la carretera de la Fortaleza. Califal de Gormaz, El calor del mes de agosto era normal, la subida llena de ilusiones, en aquellos años de juventud era muy grande, una vez arriba del Castillo, visitábamos todo el recinto, hasta el kilómetro y pico de muralla, y llegábamos a la punta donde siempre corre el viento, con vista hacia Villanueva de Gormaz. Era una pasada de excursión, hablando de aquellos años donde Gormaz fue lugar de poder del mundo musulmán, la bajada era mucho menos arriesgada, al lado dejábamos la Ermita de San Miguel, joya de la antigüedad medieval, y de nuevo la Calzada Romana, hasta llegar al Puente que hoy día es peatonal, son recuerdos que no se olvidan, son lugares donde la vista disfruto de aquel tan bello entorno, el paisaje que desde allí arriba se puede ver, es algo fenomenal, la vista alcanza muchos lugares, que te dejan sus huellas para toda la vida, aquel viaje con el chocolate crudo, fue una realidad para muchas personas que caminaban andando por esos parajes de la provincia de Soria. G X Cantalapiedra.