Estas máquinas se hiciron, para ser arrastradas por mulas; pero después estas mismas máquinas con una pequeña tranformación en la vara, sirvieron también para los primeros tractores que tenían poca fuerza. Ahora son piezas de
museo y por aquí en
La Quiñonería parece que haya sido un
campo de aterrizaje de estos trastos viejos. Saludos a Conrado cuando venga al
pueblo.