MANZANAS LAS DE LA RASA
Brisas del Duero las llegan
en las frías madrugadas,
y las manzanas se pliegan
para aguantar sus heladas.
Manzanas llenas de vida
en esta tierra soriana,
con su clase distinguida
alegran cualquier mañana.
Llanos que tiene La Rasa
que terminan en el Duero,
los manzanos son su masa
entre cuidado y esmero.
Extensiones que te alegran
al ver tan bello paisaje,
las manzanas se congregan
sin explicar su linaje.
La Rasa que gran futuro
con sus manzanas colgando,
aunque el invierno es muy duro
el ambiente es ir soñando.
Entre manzanos floridos
y pensamientos humanos,
son árboles elegidos
que a nadie parecen vanos.
Las miradas hacia el Duero
se notan en el camino,
existe amor verdadero
en este campo divino.
Manzanas y más manzanas,
La Rasa marca su signo,
hoy sus tierras no profanas
empiezan a hilar muy fino.
Ni las nieblas ni los fríos
hacen temblar su arboleda,
el Duero da escalofríos
aunque a nadie pone veda.
G X Cantalapiedra,
Brisas del Duero las llegan
en las frías madrugadas,
y las manzanas se pliegan
para aguantar sus heladas.
Manzanas llenas de vida
en esta tierra soriana,
con su clase distinguida
alegran cualquier mañana.
Llanos que tiene La Rasa
que terminan en el Duero,
los manzanos son su masa
entre cuidado y esmero.
Extensiones que te alegran
al ver tan bello paisaje,
las manzanas se congregan
sin explicar su linaje.
La Rasa que gran futuro
con sus manzanas colgando,
aunque el invierno es muy duro
el ambiente es ir soñando.
Entre manzanos floridos
y pensamientos humanos,
son árboles elegidos
que a nadie parecen vanos.
Las miradas hacia el Duero
se notan en el camino,
existe amor verdadero
en este campo divino.
Manzanas y más manzanas,
La Rasa marca su signo,
hoy sus tierras no profanas
empiezan a hilar muy fino.
Ni las nieblas ni los fríos
hacen temblar su arboleda,
el Duero da escalofríos
aunque a nadie pone veda.
G X Cantalapiedra,