LA RASA TIENE SU HISTORIA
Entre manzanos floridos
y viñedos encumbrados,
La Rasa tiene elegidos
muchos sueños olvidados.
Historias que siguen vivas
entre sus viejos raíles,
existen fechas festivas
en sus bonitos confines.
La Rasa marca destinos
con sus verdes relucientes,
se borraron muchos signos
de tiempos de excombatientes.
Aquella vieja estación
que fue la del Burgo de Osma,
hoy solo queda emoción
en sus rasos y su loma.
El Duero marcha tranquilo
con sus brisas y humedades,
parece que allí perfilo
lo que son ciertas verdades.
La Rasa siempre testigo
de sus frutos naturales,
nadie piensa en el castigo
de los hielos matinales.
La vista mira al futuro
llena de viejos recuerdos,
aquel pasado fue duro
entre sus hombres tan cuerdos.
“La Rasa que gran destino”,
lo comento un viajero,
no se si seria adivino
aquel hombre tan sincero.
Los recuerdos no se olvidan
sobre las tierras de Soria,
parece que hasta se cuidan
si viven en la memoria.
G X Cantalapiedra.
Entre manzanos floridos
y viñedos encumbrados,
La Rasa tiene elegidos
muchos sueños olvidados.
Historias que siguen vivas
entre sus viejos raíles,
existen fechas festivas
en sus bonitos confines.
La Rasa marca destinos
con sus verdes relucientes,
se borraron muchos signos
de tiempos de excombatientes.
Aquella vieja estación
que fue la del Burgo de Osma,
hoy solo queda emoción
en sus rasos y su loma.
El Duero marcha tranquilo
con sus brisas y humedades,
parece que allí perfilo
lo que son ciertas verdades.
La Rasa siempre testigo
de sus frutos naturales,
nadie piensa en el castigo
de los hielos matinales.
La vista mira al futuro
llena de viejos recuerdos,
aquel pasado fue duro
entre sus hombres tan cuerdos.
“La Rasa que gran destino”,
lo comento un viajero,
no se si seria adivino
aquel hombre tan sincero.
Los recuerdos no se olvidan
sobre las tierras de Soria,
parece que hasta se cuidan
si viven en la memoria.
G X Cantalapiedra.