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LA RASA TIENE SU HISTORIA
Hoy los manzanos lo cubren
para borrar su pasado,
que con el tiempo descubren
siendo joven informado.
La Rasa mirando al Duero
con sus grandes arboledas,
existe el don verdadero
de ver bonitas sus sendas.
La Rasa mira el pasado
como rara pesadilla,
aquel tren equivocado
lleno de gente sencilla.
Los sonidos son perennes
en las tardes más tranquilas,
existen ciertos vaivenes
que en sus campos se perfilan.
Verdes llenos de manzanas,
es una esperanza altiva,
calles que parecen sanas
y que a su gente motiva.
Atrás quedan los sonidos
de legiones extranjeras,
que luego fueron vencidos
todas sus flotas enteras.
La Rasa va recordando
los ruidos de sus motores,
hoy sus campos van gozando
al ver distintos sabores.
El Duero mira sus campos
y contempla los tractores,
sin querer saber de llantos
ni de sueños destructores.
Que maravilla de plantas
cargadas de grandes frutos,
La Rasa vive horas santas
olvidando los disgustos.
G X Cantalapiedra.
Hoy los manzanos lo cubren
para borrar su pasado,
que con el tiempo descubren
siendo joven informado.
La Rasa mirando al Duero
con sus grandes arboledas,
existe el don verdadero
de ver bonitas sus sendas.
La Rasa mira el pasado
como rara pesadilla,
aquel tren equivocado
lleno de gente sencilla.
Los sonidos son perennes
en las tardes más tranquilas,
existen ciertos vaivenes
que en sus campos se perfilan.
Verdes llenos de manzanas,
es una esperanza altiva,
calles que parecen sanas
y que a su gente motiva.
Atrás quedan los sonidos
de legiones extranjeras,
que luego fueron vencidos
todas sus flotas enteras.
La Rasa va recordando
los ruidos de sus motores,
hoy sus campos van gozando
al ver distintos sabores.
El Duero mira sus campos
y contempla los tractores,
sin querer saber de llantos
ni de sueños destructores.
Que maravilla de plantas
cargadas de grandes frutos,
La Rasa vive horas santas
olvidando los disgustos.
G X Cantalapiedra.