LAS MANZANAS DE LA RASA
Como soñando con mares
desde las grandes alturas,
La Rasa tiene lugares
que parecen dar diabluras.
Manzanas que van creciendo
para formar su cosecha,
el viento viene sintiendo
que su labor es bien hecha.
La Rasa marca distancia
de la Castilla sedienta,
la manzana nunca es lacia
y su tamaño se aumenta.
El Duero marcha tranquilo
al ver frutales dispuestos,
desde lo lejos perfilo
ver los manzanos contentos.
La Rasa tiene memoria
de sus tiempos olvidados,
y quiere vivir la gloria
entre vientos bien llevados.
Manzanas que son colores
que parecen ser brillantes,
nadie quiere hablar de amores
en estos buenos instantes.
Arboles tan recargados
que parecen imposibles,
son caminos enmarcados
con visiones bien visibles.
La Rasa tiene sus cumbres
donde se ven los raseros,
desde Vilde se descubren
aquellos tiempos austeros.
Manzanas que dejan huellas
en estas tierras sorianas,
donde brillan las estrellas
en las noches castellanas.
G X Cantalapiedra.
Como soñando con mares
desde las grandes alturas,
La Rasa tiene lugares
que parecen dar diabluras.
Manzanas que van creciendo
para formar su cosecha,
el viento viene sintiendo
que su labor es bien hecha.
La Rasa marca distancia
de la Castilla sedienta,
la manzana nunca es lacia
y su tamaño se aumenta.
El Duero marcha tranquilo
al ver frutales dispuestos,
desde lo lejos perfilo
ver los manzanos contentos.
La Rasa tiene memoria
de sus tiempos olvidados,
y quiere vivir la gloria
entre vientos bien llevados.
Manzanas que son colores
que parecen ser brillantes,
nadie quiere hablar de amores
en estos buenos instantes.
Arboles tan recargados
que parecen imposibles,
son caminos enmarcados
con visiones bien visibles.
La Rasa tiene sus cumbres
donde se ven los raseros,
desde Vilde se descubren
aquellos tiempos austeros.
Manzanas que dejan huellas
en estas tierras sorianas,
donde brillan las estrellas
en las noches castellanas.
G X Cantalapiedra.