PARA LLEGAR A LA RASA
Para llegar a la Rasa
es bueno vivir contento,
sobre el recuerdo se basa
soñar con muy buen aliento.
Pasar deprisa La Rasa
en estos tiempos modernos,
y ver que el tiempo traspasa
los más temidos inviernos.
El Duero marcha escuchando
sonidos del ROMANCERO,
La Rasa viene dejando
su pasado ventolero.
Los ecos que van volando
quizá no guarden silencio,
hay sombras que van gritando
sin hablar nunca de precio.
Aquella vieja estación
tan desierta de viajeros,
se la marchó la ilusión
entre vientos pasajeros.
Viene corriendo la tarde
por las orillas del Duero,
nadie piensa que es en balde
ver su campo placentero.
Entre laderas cargadas
de sus placidos enebros,
las mañanas más soñadas
temen fríos agoreros.
La Rasa va recordando
las historias de su pueblo,
que pueden vivir soñando
sin ver triste su momento.
G X Cantalapiedra.
Para llegar a la Rasa
es bueno vivir contento,
sobre el recuerdo se basa
soñar con muy buen aliento.
Pasar deprisa La Rasa
en estos tiempos modernos,
y ver que el tiempo traspasa
los más temidos inviernos.
El Duero marcha escuchando
sonidos del ROMANCERO,
La Rasa viene dejando
su pasado ventolero.
Los ecos que van volando
quizá no guarden silencio,
hay sombras que van gritando
sin hablar nunca de precio.
Aquella vieja estación
tan desierta de viajeros,
se la marchó la ilusión
entre vientos pasajeros.
Viene corriendo la tarde
por las orillas del Duero,
nadie piensa que es en balde
ver su campo placentero.
Entre laderas cargadas
de sus placidos enebros,
las mañanas más soñadas
temen fríos agoreros.
La Rasa va recordando
las historias de su pueblo,
que pueden vivir soñando
sin ver triste su momento.
G X Cantalapiedra.