Medinaceli, la ciudad del
cielo como la denominaba Gerardo Diego, se localiza en la zona suroriental de la actual provincia de
Soria en un lugar estratégico y casi inexpugnable. Situada a más de 1.200 metros de altitud, sobre el cerro conocido como “Villa Nueva”, está rodeada de barrancos sobre el
Valle del Jalón, excepto en su parte suroccidental que es por donde se extiende el
pueblo.
Medinaceli fue un punto de paso obligado entre el valle del Ebro y la Meseta a través de la calzada que unía dos importantes ciudades
romanas: Caesaraugusta (
Zaragoza) y Emerita Augusta (Mérida), de la que partía una
vía secundaria que se dirigía hacia Uxama (Osma).
De época
romana se conservan las
murallas, calzadas,
mosaicos, el sistema hidráulico (
fuente de La
Canal), las salinas (las
Salinas de Medinaceli se explotaron hasta 1994) y el famoso
Arco Romano, emblema de la localidad.
Entre los
rincones con encanto que podemos encontrar en esta bella localidad
medieval, está la callejuela que nos conduce desde la
Plaza Mayor a la Plaza de la Cárcel, otro bello
rincón de Medinaceli.
Medinaceli un lugar de ensueño, declarado conjunto histórico
artístico en 1963 y sin ninguna duda uno de los
pueblos más bonitos de
España.