Don Teo era el Guardián de la Moral y Buenas Costumbres de Mezquetillas y los pueblos de su entorno: -. No le gustaba que las parejas de novios salieran a pasear cojidicos de la mano, tampoco que anduvieran por caminos, huertos, cerrados y otros vericuetos del pueblo. En ocasiones, cuando venía de Romanillos a Mezquetillas o viceversa, se internaba campo a través por el monte, con el fin de ver si pillaba alguna parejita de novietes, de pastores, envueltos en la manta... En aquellos tiempos la figura del cura, su autoridad, era enorme, nadie se atrevía a cuestionarla, ni tampoco a nadie se le ocurriría darle un garrotazo por alterar la paz de los montes, la de los pastores y sus rebaños. -. Entre tanto, por aquellos años, Don Teo daba clases de matemáticas, teología, filosofía, y "gramática parda", a una joven estudiante de Romanillos. Al cabo de unos años, ambos, la joven estudiante y el cura, abandonaron el pueblo de forma precipitada, con cierta urgencia, debido a una situación embarazosa. <> Otras perlas o lindezas del cura: -. Los domingos en su sermón, Don Teo, solía subirse al púlpito, desde allí señalando a las personas soltaba sus arengas dogmáticas, "señalando a los pecadores", diciéndoles: fulanito y menganito, fulanita y menganita, hacía mucho tiempo que no venías a misa, que no venías por la casa del padre... tampoco has comprado la bula: Te vas a condenar e irás directo al infierno, a la hoguera, arderás en el fuego eterno, tú y tu familia también... vamos, lo que se dice un bendito... -. (*) Cendera: Era una forma de trabajo comunal, entre todos los vecinos, para llevar a cabo las obras de mantenimiento necesarias en el pueblo y su entorno, como arreglos de calles, caminos, limpieza de acequias, fuentes, abrevaderos, manantiales etc. etc."> Don Teo era el Guardián de la Moral y Buenas Costumbres de Mezquetillas y los pueblos de su entorno: -. No le gustaba que las parejas de novios salieran a pasear cojidicos de la mano, tampoco que anduvieran por caminos, huertos, cerrados y otros vericuetos del pueblo. En ocasiones, cuando venía de Romanillos a Mezquetillas o viceversa, se internaba campo a través por el monte, con el fin de ver si pillaba alguna parejita de novietes, de pastores, envueltos en la manta... En aquellos tiempos la figura del cura, su autoridad, era enorme, nadie se atrevía a cuestionarla, ni tampoco a nadie se le ocurriría darle un garrotazo por alterar la paz de los montes, la de los pastores y sus rebaños. -. Entre tanto, por aquellos años, Don Teo daba clases de matemáticas, teología, filosofía, y "gramática parda", a una joven estudiante de Romanillos. Al cabo de unos años, ambos, la joven estudiante y el cura, abandonaron el pueblo de forma precipitada, con cierta urgencia, debido a una situación embarazosa. <> Otras perlas o lindezas del cura: -. Los domingos en su sermón, Don Teo, solía subirse al púlpito, desde allí señalando a las personas soltaba sus arengas dogmáticas, "señalando a los pecadores", diciéndoles: fulanito y menganito, fulanita y menganita, hacía mucho tiempo que no venías a misa, que no venías por la casa del padre... tampoco has comprado la bula: Te vas a condenar e irás directo al infierno, a la hoguera, arderás en el fuego eterno, tú y tu familia también... vamos, lo que se dice un bendito... -. (*) Cendera: Era una forma de trabajo comunal, entre todos los vecinos, para llevar a cabo las obras de mantenimiento necesarias en el pueblo y su entorno, como arreglos de calles, caminos, limpieza de acequias, fuentes, abrevaderos, manantiales etc. etc.">