- María de las Candelas Ortega Paredes, 29.05.1919-31.01.2015
<> Candelas fue una madre ejemplar, bondadosa, amable, cariñosa... una mujer extraordinaria. Era fuerte e inteligente, esforzada y valiente, libre y sencilla, dispuesta a ayudar a cualquiera. De ella esperábamos, para orgullo de todos, que alcanzara los 100 años. Nos dejó con 96, casi por sorpresa, sin hacer ruido, como lo hacen las personas más humildes.
-. Ella era la hermana mayor de seis hermanos, apenas fue al colegio, no tuvo niñez ni tiempo alguno para juegos, en aquellos tiempos no había oportunidad alguna para esas cosas, las familias eran amplias y los recursos escasos. Con nueve años tuvo que abandonar el colegio para ayudar a sus padres en la casa, en el campo, la familia... tuvo que madurar muy deprisa, a esa edad ya era toda una mujercita, debiendo asumir responsabilidades de adulto.
-. A pesar de haber asistido muy poco al colegio, escribía, leía y se expresaba muy bien, su vocabulario era muy amplio; era una maravilla en cálculo mental, ella nunca necesitó la calculadora, en un momento tenía la solución matemática al cálculo propuesto.

- Ésta es una pequeña recopilación de coplillas, relatos e historias de la abuela Candelas, los aprendió de Basilisa, su abuela paterna, a la cual siempre recordaba con muchísimo cariño.

Mi madre me pega palos porque le pido marido:
Vengan palos y más palos y venga lo que le pido.

Mi madre me pega palos porque quiero a un albañil:
Vengan palos y más palos, cuando le veré venir?

Mi madre me pega palos porque quiero a un pastorcillo:
Vengan palos y más palos, y venga mi amor conmigo.

Mi madre me pega palos porque no le acompaño a misa:
Vengan palos y más palos, vaya el cura y la Felisa.
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Cuatro novios tengo madre y los cuatro en la estación:
Maquinista, fogonero, guardagujas y el factor.

Nunca te enamores moza, de mozo que no ha rondado,
el que no ronda de mozo, ronda después de casado.

El primer año de casados, besín, besán; el segundo,
palín, palán, palo en la cocina y palo en el portal.

Cásate y disfrutarás de los tres meses primeros,
que luego desearás la libertad de soltero.

Cuando yo tenía novia en su casa estaba siempre,
todos me querían bien, menos la novia y su gente.

Cuando yo te camelaba estabas que echabas leche.
ahora que no te camelo, sardinas en escabeche.

Cuando yo te camelaba te peinabas a menudo.
ahora que no te camelo, pareces perro lanudo.

Dos recuerdos tengo tuyos, uno alegre y otro triste,
el abrazo que te di y el bofetón que me diste.

Buena chica si lo eres, pero no presumas tanto que,
también las buenas chicas, se suelen quedar en blanco.

Vente conmigo al cine, vente conmigo lucero que,
cuando apaguen las luces, ya verás lo que te quiero.

Moza de los veinte novios y conmigo son veintiuno,
si todos son como yo, te quedarás sin ninguno.

¿Pequeñita como un huevo y ya te quieres casar?
¡Anda y dile a tu madre que te enseñe a remendar!
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Canta compañero canta, canta bien y canta fuerte,
que la cama de tu novia está en hondo y no lo siente.

Ese galán que ha cantado habrá dormido con ella,
como sabe que está en hondo la cama de esa doncella.

No compañerito no, yo no he dormido con ella que,
una vez que estuvo enferma subí con su madre a verla.

Compañerito del alma, por la salud de tu madre,
lo que pasó entre los dos no se lo cuentes a nadie.
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A un jilguero pregunté, que remedio me darás,
para una novia que tengo y me trata de olvidar.

El jilguero me decía... trátala con firmeza, que,
al fin y al cabo es mujer y ablandará su dureza.

Con firmeza la traté, como el jilguero decía y,
al fin y al cabo logré, todo lo que yo quería.
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Las iglesias son comercios, los curas los comerciantes,
y los que vamos a misa somos unos ignorantes.

Cuando se muere un pobre, los curas van de mala gana,
cuando un rico se muere.., no faltan sotanas.

El sol madrugador y el cura callejero,
ni el sol calentará mucho, ni el cura será bueno.

A misa tocan y los ángeles llaman,
que vaya mi alma que está descansada.

Portalillo de la Iglesia a cuantos has hecho llorar.
a unos por haber entrado y a otros por querer entrar.
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Yo soy el amo de la burra y en burra mando yo,
cuando quiero digo arre y cuando quiero digo so.

Mi mujer y mi borrica se me murieron a un tiempo,
que mujer ni que ridios, lo que siento es la borrica.

La mujer que sale mala, ni quererla ni pegarla.
meterla en un barco roto y que la mar se la trague.

La mujer que quiere a dos, no es tonta que es entendida,
si se le apaga una vela, otra le queda encendida.

Si las mujeres mandasen, en vez de mandar los hombres,
serían balsas de aceite los pueblos y las naciones.

La mujer que quiere mandar en casa, más que el marido,
Santo Cristo del Garrote.., verbo del verbo divino.

Las mujeres de hoy en día son como la falsa moneda que,
de mano en mano van y ninguno se la queda.
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Que suspiros tan ingratos, donde los envío van,
que dichoso yo sería si ellos pudieran volar.

Que alegre que va la luna con lucero delante,
así va mi corazón cuando voy a ver mi amante.

Que triste que va la luna cuando no tiene lucero,
así va mi corazón el día que no te veo.

Sale el sol por la mañana y a tu puerta va a parar,
mira si serás bonita que hasta el sol te va buscar.

Ni me peino ni me lavo ni me pongo el traje azul,
hasta que no venga mi novio de ganar el Gurugú.

Ni me peino ni me lavo ni me pongo la toalla,
hasta que no venga mi novio de ganar la gran batalla.

Ni me peino ni me lavo, ni me pongo los pendientes,
hasta que no venga mi novio de matar a esas serpientes.

Ni me peino ni me lavo, ni me pongo la toquilla,
hasta que no venga mi novio de la guerra de Melilla

El hombre que no fuma ni bebe vino,
se lo lleva el diablo por otro camino.

Más vale saber que haber, créelo como sentencia,
el pobre puede ser rico y el rico no compra ciencia.

Nadie murmure de nadie que todos somos carne humana,
no hay pellejo de aceite, que no tenga una botana.

¿Cómo no te casas Pedro? ¿Cómo no te casas Juan?
La que quiero, no me quiere y la que no quiero me dan.

¿Qué haces Pedro?
Apuntar lo que me deben y borrar lo que yo debo.

Me casé con un enano por hartarme de reír,
le hice la cama en un alto y no podía subir.

Mi marido se fue a labrar a las 11 y media y cuarto.
volvió a casa al medio día y aún se le hizo largo el rato.

Una vieja más que vieja, más vieja que los demonios
le echó huevos a una burra por ver si sacaba pollos.

Cuando mi madre me dice chiquilla cierra esa puerta.
le doy vueltas a la llave y siempre la dejo abierta.

En el camino de la fuente me dijo a mí una mujer:
¿Cómo no parís los hombres, si tripa tenéis también?

Si tu casa se quemara, si tu mujer se muriera…,
y en tu culo un avispero, ¿dónde acudirías primero?

San Pedro como era calvo, le pidió a San Juan algo de pelo
y San Juan le contestó: no haber sido tan putero.

El que echa pan a perro ajeno, pierde pan y pierde perro,
y eso mismo a mí me pasa, con una novia que tengo.

La vergüenza la perdí al pasar por Zaragoza,
y por eso ahora se vende a mil pesetas la onza.

Una mañana temprano me levanté yo a orinar,
y de tan deprisa que iba, se me rompió el orinal.

A todos nos premia Dios y todos somos hermanos,
todos podríamos ser buenos si de esto nos acordamos.

Yo no sé cavar ni arar, ni tampoco segar hierba,
la que se case conmigo, que buena prenda se lleva.

Administrador que administra y enfermo
que enjuaga, algo traga...

El que mucho duerme legaña cría,
el culo caliente, pero la bolsa fría.

En este mundo señores de todos hay que decir, del que gasta
por que gasta, y del que no gasta, porque es un ruin.

Ojos azules mala pintura, donde no hay
ojos negros no hay hermosura.

Enamorado vengo de tus guisados,
del chocolate con berza y del arroz con nabos.

En lo que no te importa, ten siempre la lengua corta.

El que guarda moza y lana, no guarda nada.

Si el morir fuera dos veces nadie se condenaría.

Cantarillo que a la fuente vas, una vez u otra caerá.

Dios te dé contienda con quien entienda.

Quién regala bien vende, si el que recibe lo entiende.

Para mí no valgo y para mi suegra hilo y devano.

Que viva la gallina aunque sea con pepita.

Una vez se engaña a un gitano, pero dos, a ningún cristiano,

Por qué no te cueces berza, porque no me revolviste puerca.

Donde quieras quiero, si en la cama, cama, y si en el suelo, suelo.

Luna lunera cascabelera, los ojos azules y la boca morena.
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¡Ay Señor que nos dejaste, la casa llena
desastres y sin tener nada para coser!

Ay Ramón del alma mía, del alma mía Ramón,
si te hubieras casado cuando te lo dije yo,
estarías ahora sentadito en tu balcón,
con tu reloj de platá y tu cadena de oró,
Ay Ramón, Ramón, Ramón.
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A Formar dice el sargento y toma el cabo la vara,
y el pobre que no anda listo, para salir de la cama,
le toma pronto medida, a lo largo de la espalda.
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Soy de la provincia de Soria, tierra donde yo nací,
y a un alma caritativa un favor voy a pedir:
Es que me encuentro muy lejos, en un cerro, frente del Bajo Aragón,
cumpliendo con mis deseos para salvar la nación.
Lástima, solo recordaba este párrafo...

Donde vas que tanto corres? Dónde vas con tanto afán?
tu caballo va sudando, tú también sudando vas.
Tengo una buena comida, buen vinillo beberás y,
a una mocita que tengo, de amores tú le hablarás.

Déjeme señora mía de amores, que amores no quiero ya,
que el amor que yo tenía, con otro hombre marcha ya.
- Solo recordaba este párrafo.

(26 de Mayo de 2006)