"La vida de Amada fue robada a sus 27 años, sin escrúpulos, sin miramientos, su combate contra la injusticia quedó enterrado contra el paredón que la exterminó. No hubo compasión, acusada de roja, de revolucionaria, de haber
bordado una
bandera comunista con la hoz y el martillo, una bandera que mantenía oculta en su
casa. Amada era vecina de Mugardos, era una de tantas mujeres que florecieron con la República. Comunista, buena oradora, luchadora en favor de los derechos de las mujeres y de la libertad y la justicia. Su activismo político ejercido durante años, su resistencia en los primeros días del golpe de estado, despertó el odio en los sectores más conservadores de la sociedad de Mugardian.
Por esto y solo por esto decidieron ejecutarla. Cientos de páginas con falsas acusaciones componían el sumario que la sentenció a muerte. Ninguno de los cargos que pesaron sobre ella en el consejo de guerra sumarísimo celebrado en Ferrol el 1 de diciembre de 1937 por delito de rebelión era cierto. La víspera de su fusilamiento Amada García explicó en una carta las circunstancias de su desgracia y la identidad de las personas que lo acusaron. Su proceso estaba lleno de irregularidades y la vengativa aversión de ciertas personas es notable. Uno de los acusados visitó a Amada García y quiso retirar sus cargos explicando las circunstancias por las que lo hizo, pero fue amenazado. También protestaron 2 residentes de Mugardos que eran analfabetos, cuando descubrieron que habían firmado una declaración que no incluía lo que habían dicho en el interrogatorio. A pesar de declarar que el contenido de la escritura no era lo que se leía, no se tuvo en cuenta. En 2 días, 45 personas de Ares y Mugardos fueron juzgadas y se dictaron 37 condenas a muerte.
Amada estaba embarazada y sus verdugos decidieron esperar a que naciera el niño para ejecutar la condena, el 27 de enero de 1938. Un pelotón de fusilamiento acabó ese mismo día con la vida de otras 7 personas: Ángel Roldos Gelpi (profesor de la
escuela pública Pitieiro), Antonio Eytor Cañizo, José María Montero Martínez, Juan José Teijeiro Leira (de Mugardos), Jaime González Pérez y Ramón Rodríguez López (de Ares), y Germán López García (de Cabanas).
Su hijo Gabriel creció lleno de tristeza y atesorando el recuerdo de su madre, hasta el 2 de mayo de 2014 en que murió. Desde ese día está con ella en una fosa del
cementerio de Serantes. De nuevo juntos, después de 76 años."
"Al Alba" se convirtió en un simbólico himno reivindicativo y de protesta por aquellos que querían cambios en los convulsos tiempos del final de la dictadura y en concreto, ha quedado vinculado con las últimas ejecuciones del Franquismo que se llevaron a cabo el 27 de Septiembre de 1975.
Al Alba, autor Luis Eduardo Aute, en memoria de: José Humberto Baena, José Luis Sánchez Bravo, Ramón García Sanz, Juan Paredes Manot (Txiki) y Ángel Otaegui.
"AL ALBA, AL ALBA"
Si te dijera, amor mío
Que temo a la madrugada
No sé qué estrellas son estas
Que hieren como amenazas
Ni sé qué sangra la Luna
Al filo de su guadaña
Presiento que tras la
noche
Vendrá la noche más larga
Quiero que no me abandones
Amor mío, al alba
Al alba, al alba
Al alba, al alba
Los hijos que no tuvimos
Se esconden en las cloacas
Comen las últimas
flores
Parece que adivinaran
Que el día que se avecina
Viene con hambre atrasada
Presiento que tras la noche
Vendrá la noche más larga
Quiero que no me abandones
Amor mío, al alba
Al alba, al alba
Al alba, al alba
Miles de buitres callados
Van extendiendo sus alas
¿No te destroza, amor mío
Esta silenciosa
danza?
¡Maldito
baile de muertos!
Pólvora de la mañana
Presiento que tras la noche
Vendrá la noche más larga
Quiero que no me abandones
Amor mío, al alba
Al alba, al alba
Al alba, al alba
Al alba, al alba
Al alba, al alba
Al alba, al alba
Al alba, al alba