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Lo que destaca de Montuenga es, ante todo, su imponente castillo, encaramado sobre un cerro, si bien tan solo queda de él unos pocos paramentos y restos de las dos torres. Se encuentra en un enclave estratégico dominante de esta parte del Valle del Jalón, entre Arcos y el monasterio cisterciense de Santa María de Huerta.
En el entorno de Montuenga se han encontrado diversos hallazgos arqueológicos desde el neolítico que se encuentran mayormente en el Museo Arqueológico Nacional de Madrid.
Dada su proximidad a Santa María de Huerta, no resulta extraño constatar la cesión o venta de fincas y propiedades de Montuenga al Cister entre 1167 y 1229.
La parroquial de San Juan Bautista tienen una alta espadaña. Igualmente existe una ermita dedicada a la Virgen de las Angustias. Beneficiado de la parroquial fue José Antonio Conde, arabista y miembro de la Real Academia de la Historia, que firmó algunos escritos con el pseudónimo de "El cura de Montuenga" a inicios del siglo XIX.
En el entorno de Montuenga se han encontrado diversos hallazgos arqueológicos desde el neolítico que se encuentran mayormente en el Museo Arqueológico Nacional de Madrid.
Dada su proximidad a Santa María de Huerta, no resulta extraño constatar la cesión o venta de fincas y propiedades de Montuenga al Cister entre 1167 y 1229.
La parroquial de San Juan Bautista tienen una alta espadaña. Igualmente existe una ermita dedicada a la Virgen de las Angustias. Beneficiado de la parroquial fue José Antonio Conde, arabista y miembro de la Real Academia de la Historia, que firmó algunos escritos con el pseudónimo de "El cura de Montuenga" a inicios del siglo XIX.