DE CAMINO A MORALES
Desde Recuerda a Morales
el Duero baja cantando,
entre enebros y nogales
que bien vamos respirando.
Sensaciones de alegría
en estas tierras de Soria,
que engendra melancolía
al revisar su memoria.
El camino de Berlanga
tiene curvas y rasantes,
parece que hasta se alarga
en los más tristes instantes.
Morales vive tranquilo
en sus tiempos invernales,
los fríos que allí perfilo
son productos naturales.
Desde Aguilera a Morales
el Duero marcha armonioso,
es campo para trigales
en un paisaje gozoso.
La soledad del camino
siempre te infunde respeto,
de vez en cuando algún trino
de algún pajarillo inquieto.
Enebros junto a pinares
en las orillas del Duero,
donde existieron lagares
y vino con mucho esmero.
Los viñedos de Morales
fueron parte del camino,
apenas quedan lugares
donde se coseche el vino.
Morales mirando al Duero
para sentir su latido,
es un cariño sincero
y un amor comprometido.
G X Cantalapiedra.
Desde Recuerda a Morales
el Duero baja cantando,
entre enebros y nogales
que bien vamos respirando.
Sensaciones de alegría
en estas tierras de Soria,
que engendra melancolía
al revisar su memoria.
El camino de Berlanga
tiene curvas y rasantes,
parece que hasta se alarga
en los más tristes instantes.
Morales vive tranquilo
en sus tiempos invernales,
los fríos que allí perfilo
son productos naturales.
Desde Aguilera a Morales
el Duero marcha armonioso,
es campo para trigales
en un paisaje gozoso.
La soledad del camino
siempre te infunde respeto,
de vez en cuando algún trino
de algún pajarillo inquieto.
Enebros junto a pinares
en las orillas del Duero,
donde existieron lagares
y vino con mucho esmero.
Los viñedos de Morales
fueron parte del camino,
apenas quedan lugares
donde se coseche el vino.
Morales mirando al Duero
para sentir su latido,
es un cariño sincero
y un amor comprometido.
G X Cantalapiedra.