NAVAPALOS: PASOS EN LA NIEBLA...

PASOS EN LA NIEBLA
En aquella noche de niebla continua, muy cerca del camino que lleva al Duero, entre aquel ambiente frío de hielo, los dos jóvenes caminaban, venían de visitar el club llamado “El Farolillo” estaban tan solo a unos quinientos metros de su pueblo, pero aquella noche que ellos pensaron de relax, les tenia guardada alguna sorpresa que les marcaria hasta el día de su muerte. La niebla era espesa, apenas se divisaban unos pocos metros alrededor de ellos, la estrecha carretera por donde andaban, no se veía ni las pequeñas cunetas, de momento sintieron un grujido que parecía el de un motor que quisiera arrancar, pero por mucho que miraban en su entorno, nada podían ver. No habían andado ni apenas unos metros después del rugido, cuando unas manos que parecían de hierro les sujetaron a los dos jóvenes por cintura y cuello, de pronto se vieron aprisionados sin poder ni tan siquiera gritar, intentaron mirar hacia detrás, pero les era imposible hacerlo, solo notaron como perdían el contacto con el suelo, y sin más oposición les trasladaban en volandas hasta la parte de la derecha de dicha carretera. La niebla seguía siendo densa y húmeda, uno de los jóvenes de la impresión se quedo sin poder hablar, el otro amigo al verse en el aire pensaba, “dios mío que es esto”, de pronto vieron una luz que giraba como si fuera un cilindro circular. Sin darles tiempo a más, se vieron dentro de aquel objeto luminoso, que no se divisaba desde donde ellos venían caminando, No les dio tiempo a saber lo que les ocurría, se vieron echados sobre una mesa camilla que no parecía de materia conocida, habían perdido la movilidad de sus manos y piernas, solo su mente pensaba, donde hemos caído, no paso ni siquiera dos minutos, cuando una especie de robot de metal se acerco con pasos sigilosos. El ser extraño que no tenia forma humana, se acerco hasta sus cuerpos que estaban paralizados, con la especie de una calculadora les paso por encima de todo su cuerpo, no podían ni hablar tan solo respiraban con mucho trabajo, y una fuerza como de un imán gigante les tenia pegados sobre la mesa camilla, vieron después como les sacaban sangre de las venas sin hacerles ningún pinchazo, el robot les toco por todo su cuerpo, y en la cara sobre todo les paso varias veces su pequeña calculadora sobre los ojos, los dos jóvenes se encontraban medio muertos de miedo, nadie les había hablado ni preguntado nada, solo con la mirada agonizante querían retener aquel vehículo por dentro. Fueron más de una hora de investigación que llevaron a cabo con los dos jóvenes. Algo les debieron de hacer para quedarse dormidos en un sueño profundo, del que cuando despertaron en la cuneta de la carretera, solo podían mover las manos y piernas con mucho trabajo, dentro de aquella densa niebla, sintieron como estaban bajo el frío reinante de aquella terrible noche de juerga, que acabo siendo el paso hacia un mundo de enfermedades y pesadillas. No tardaron en llegar a su pueblo, que dormía sin saber lo que a muy poca distancia había ocurrido, aquellos dos jóvenes contaron su situación, y encuentro con lo desconocido, pero nadie les creía, toda su familia y amigos pensaron, estos tontos estarían con alguna fulana, y les habrán sacado el dinero y la salud. Pero a los pocos días en su visita al medico rural, les detecto como unas leves quemaduras en la piel, y les indico que visitaran el hospital comarcal, como así hicieron, Los médicos del hospital a simple vista no vieron nada raro, solo quemaduras leves, aunque un A, T, S, les pronostico su veredicto, habéis estado con gente de otras culturas. A lo que ellos dijeron que sí, que fueron tratados como conejos de india, algunos médicos se lo tomaron a broma, pero al mirarlos por rayos X, les vieron que parte de los intestinos se les desgarraban sin poderles poner ningún remedio, su muerte era muy próxima, el estado que presentaban era desolador. Se corrió la voz por el hospital, pero todo parecía una terrible incógnita, solo la muerte les vendría en horas, y así fallecieron sin poder darles un diagnostico de su visita forzosa entre la niebla. G X Cantalapiedra.