La costumbre I
El resonar del taconeo por las escaleras de madera ya significaba en sí mismo que nos esperaba un día de fiesta. Los tacones eran el carnet de identidad de un día grande, por muy pequeño que pudiera parecer. El primer encuentro era en la plaza, sala de espera de los momentos señalados en la vida del Blacos en blanco y negro. La espera en la plaza era habitualmente el encuentro con las primeras, que era como se conocía el primer toque de campana que llamaba a la celebración religiosa. ... (ver texto completo)
El resonar del taconeo por las escaleras de madera ya significaba en sí mismo que nos esperaba un día de fiesta. Los tacones eran el carnet de identidad de un día grande, por muy pequeño que pudiera parecer. El primer encuentro era en la plaza, sala de espera de los momentos señalados en la vida del Blacos en blanco y negro. La espera en la plaza era habitualmente el encuentro con las primeras, que era como se conocía el primer toque de campana que llamaba a la celebración religiosa. ... (ver texto completo)