Por esos ansiados fin de curso para ir al pueblo y reencontrase con la gente.
Por esos veranos de acampada en la fuente.
Por esos 28 de diciembre en los que todo el pueblo temblaba.
Por esas fiestas con orquesta que se acababan convirtiendo en karaoke.
Por esas interminables noches jugando a "tres navíos en un mar".
Por esas mujeres jugando a los bolos por conseguir el cáliz sagrado.
Por esos hombres jugando al guiñote dejándose los puños en la mesa al tirar la carta.
Por esas excursiones a los pueblos de alrededor de las que volvíamos con las ruedas pinchadas.
Por esos veranos de acampada en la fuente.
Por esos 28 de diciembre en los que todo el pueblo temblaba.
Por esas fiestas con orquesta que se acababan convirtiendo en karaoke.
Por esas interminables noches jugando a "tres navíos en un mar".
Por esas mujeres jugando a los bolos por conseguir el cáliz sagrado.
Por esos hombres jugando al guiñote dejándose los puños en la mesa al tirar la carta.
Por esas excursiones a los pueblos de alrededor de las que volvíamos con las ruedas pinchadas.