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OSMA: EN LAS FECHAS DE LA NAVIDAD...

EN LAS FECHAS DE LA NAVIDAD
Aquel joven soriano, que inicio su escapada a la ciudad de Barcelona, en las fechas del final de invierno, de 1963, estaba preocupado para volver a su tierra, y poder contar a su familia, como le iba la vida en la tierra Catalana. Su regreso era casi una cita con todo aquel entorno, que durante años fue su propia vida, y que esperaba encontrar sin muchas diferencias. La salida de Badalona, lugar donde residía, y tenía su trabajo, fue tranquila, llegando con facilidad hasta Zaragoza, y desde allí por autobús a Soria, y más tarde a su lugar de origen, donde le esperaban padres y hermanos, que en aquel pueblo, tenían su forma de vivir de la agricultura. El regreso era feliz, sin prisa, sin complicaciones de circulación, tan solo mulas y asnos transitaban por los caminos de su tierra soriana, donde el un buen día decidió cambiar de vida, sin esperar que su tierra le pudiera tirar tanto, El encuentro con sus familiares, era de lo más gozoso, le llamaban el catalán para nombrarle, y él se sentía gozoso al comprobar como las acémilas y el burro, le reconocieron con solo hablarles, cuando estaban bebiendo en el pilón de su pueblo. Aquel momento le hizo recapacitar sobre su marcha, al ver que los animales no le tenían en olvido, era duro el estar allí de nuevo, ante sus vecinos que cada uno le daba sus impresiones, de aquel viaje a lo desconocido. Sus pensamientos volaban, en aquella encrucijada de ideas, veía las casas donde su vida había trascurrido, hasta que un día al ser mayor de edad, emprendió su viaje, con las ideas de formar una familia y un hogar, para seguir adelante su vida, sin la incertidumbre de estar mirando al cielo, para saber si se cogía cosecha de cereales, o si una mala nube de tormenta, podría machacar la cosecha a punto de ser recogida. Todo aquel cumulo de diferentes cosas, se cruzaron por su mente, y sin saber cómo responder, a los pocos amigos que se quedaron en su pueblo, trabajando en la agricultura, que por entonces se empezaba a mecanizar a fondo. La noche en el bar de aquella localidad, todo fueron preguntas, y el respondiendo como mejor podía. Aquellas fechas de Navidad, fueron días de pensar en el mañana, de saber si en el fondo de su alma, estaba convencido de su aventura de inmigrante, algunas preguntas de sus paisanos, se quedaron sin respuesta, pero sus padres y hermanos, le animaban a seguir su camino, para que nadie de allí le llamara fracasado, y su vida tomara otro distinto camino. Al pasar aquellos días, de nuevo cogió su pequeña maleta, y emprendió su camino hasta Badalona, lugar de muchos inmigrantes, de todas partes de España, y al llegar a la casa donde estaba de patrona, respiro hondo, y en ese momento cambio de ideas, pensando en aquellos días de poder quedarse en su tierra, sin apenas futuro, al ser varios hermanos, y las propiedades que tenían eran pocas. Quiso hacer borrón y cuenta nueva, y empezar a ser una persona que aunque amara mucho a su tierra, tan solo el tener el trabajo seguro, y bastante bien remunerado, le harían mirar adelante, sin el problema de tener que mirar al cielo, unas veces por los hielos, otras por la sequía, y en el verano por las malas tormentas, era estar todo el año temblando. Desde aquel día de su vuelta al trabajo, empezó a sentir su vida de otra forma distinta, ya no había vuelta atrás, su mundo estaba a quinientos kilómetros de donde un día del mes de mayo había nacido, su sencillez le tenía conforme, y poco a poco se fue abriendo camino en Badalona, aunque nunca dejo de ser soriano, y al jubilarse en el año 2005, no dejo Cataluña, ya que sus hijos se sentían de aquella tierra, que un día de gris invierno, le dio cobijo a su padre, y donde su madre había nacido. G X Cantalapiedra.