PEÑALVA DE SAN ESTEBAN
En Peñalva sopla el viento
como un castigo divino,
y dicen que hay sufrimiento
aunque bebas un buen vino.
Note frio en carretera
cuando pase circulando,
es tiempo de sementera
más no pueden ir sembrando.
Sus álamos relucientes
daban cobijo a su escarcha,
los campos viven pendientes
deber la lluvia y su marcha.
Peñalva cuida sus prados
aunque el frío pegue fuerte,
sus paisajes son soñados
por tener buen aliciente.
Pisar sus calles tranquilas
es un camino armonioso,
en su carretera enfilas
sin ver suelo peligroso.
Peñalva sabe de invierno
y lo duro de su clima,
el frio barre el contorno
desde el valle hasta su cima.
El Duero no marcha lejos
dejando su largo rostro,
Peñalva rompe complejos
en sus veranos de agosto.
G X Cantalapiedra.
En Peñalva sopla el viento
como un castigo divino,
y dicen que hay sufrimiento
aunque bebas un buen vino.
Note frio en carretera
cuando pase circulando,
es tiempo de sementera
más no pueden ir sembrando.
Sus álamos relucientes
daban cobijo a su escarcha,
los campos viven pendientes
deber la lluvia y su marcha.
Peñalva cuida sus prados
aunque el frío pegue fuerte,
sus paisajes son soñados
por tener buen aliciente.
Pisar sus calles tranquilas
es un camino armonioso,
en su carretera enfilas
sin ver suelo peligroso.
Peñalva sabe de invierno
y lo duro de su clima,
el frio barre el contorno
desde el valle hasta su cima.
El Duero no marcha lejos
dejando su largo rostro,
Peñalva rompe complejos
en sus veranos de agosto.
G X Cantalapiedra.