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PEÑALBA DE SAN ESTEBAN: AYER PASE POR PEÑALBA...

AYER PASE POR PEÑALBA
Ayer pase por Peñalba,
la verdad que tuve miedo,
es una historia que clama
sin llegar a ser enredo.

La verdad no la consigo
ni con los temidos sueños,
el pasar no es un castigo
por saber mucho de empeños.

Una noche de verano
sin brillos y sin luceros,
notando un frío serrano
sobre los campos austeros.

Era sobre el mes de agosto
y me noté muy sereno,
no tuve frío en el rostro,
ni debí tomar veneno.

Cruce los Altos de Ayllón
y aterrice junto al Duero,
con una rara impresión
de no ser aventurero.

Cuando cruzo por Peñalba
se me va erizando el pelo,
hasta el coche se levanta
con un triste desconsuelo.

Los misterios siguen vivos,
con algunos hombres muertos,
temiendo los adjetivos
que anulan los sentimientos.

Entre los altos más altos
quedan algunos recuerdos,
formando a veces los llantos
que tienen los hombres cuerdos.

Los misterios de Peñalba
solo los descubre el tiempo,
existe siempre la traba
que puede trazar el viento.
G X Cantalapiedra.