PEÑALBA ERA UN DESTINO,
Se han pasado muchos años, fueron misterios sin signos,
se subieron los peldaños mientras cambiaron caminos.
La noche lo oculta todo sin explicar los motivos,
a veces vives el lodo buscando los adjetivos.
No te duermas en la noche, ni quieras lanzar tu grito,
nadie puede hacer reproche si aparece algún mal bicho.
Desde Los Altos de Ayllón la noche soltando amarras,
nadie sabe la razón de donde llegan las garras.
La noche marcó las huellas sin ver jamás las murallas,
dicen que brillan estrellas en un cielo sin batallas.
El motor guardo silencio, el verano descansaba,
nadie quiere ser el necio de aquella noche estrellada.
Se van pasando los años, ya no hay Café por Peñalba,
nadie comenta sus daños, el silencio allí mandaba.
Cuantas veces voy pensando en esa ruta endiablada,
el corazón va notando que la noche es contemplada.
El coche fue circulando sin motor y sin rodadas,
los misterios van flotando en noches descaminadas.
La noche tiene su embrujo, es su razón marginada,
el viaje sin ser lujo te deja ruta marcada.
Los misterios de la noche se borran de madrugada,
algunos tienen el broche de gozar en la alborada.
Un ruido vino del cielo sin saber cómo llegaba,
era sonido y consuelo de la tierra que volaba.
G X Cantalapiedra.
Se han pasado muchos años, fueron misterios sin signos,
se subieron los peldaños mientras cambiaron caminos.
La noche lo oculta todo sin explicar los motivos,
a veces vives el lodo buscando los adjetivos.
No te duermas en la noche, ni quieras lanzar tu grito,
nadie puede hacer reproche si aparece algún mal bicho.
Desde Los Altos de Ayllón la noche soltando amarras,
nadie sabe la razón de donde llegan las garras.
La noche marcó las huellas sin ver jamás las murallas,
dicen que brillan estrellas en un cielo sin batallas.
El motor guardo silencio, el verano descansaba,
nadie quiere ser el necio de aquella noche estrellada.
Se van pasando los años, ya no hay Café por Peñalba,
nadie comenta sus daños, el silencio allí mandaba.
Cuantas veces voy pensando en esa ruta endiablada,
el corazón va notando que la noche es contemplada.
El coche fue circulando sin motor y sin rodadas,
los misterios van flotando en noches descaminadas.
La noche tiene su embrujo, es su razón marginada,
el viaje sin ser lujo te deja ruta marcada.
Los misterios de la noche se borran de madrugada,
algunos tienen el broche de gozar en la alborada.
Un ruido vino del cielo sin saber cómo llegaba,
era sonido y consuelo de la tierra que volaba.
G X Cantalapiedra.