He subido al
foro de
Peñalcázar.
Aquí me he encontrado con el abuelo, siempre dinámico, García y otro desconocido. Desde este otero hemos divisado los
foros solitarios de la provincia, metáfora de una realidad que nos desborda. Por todas partes reina el silencio y la soledad. Sólo, de tarde en tarde, se oye el "clic" de algún "ratón", también solitario.
Miramos al norte, a tierras sampedranas, y sólo encontramos algún despistado argentino, nieto de españoles, que pregunta por sus raíces; desviamos
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