Para los nativos de este pueblo que andan por la diáspora -todos- os traigo este texto que envié al foro de Deza el 18/02/2009
PEÑALCÁZAR
Por su proximidad a Deza, y por las connotaciones que tiene este pueblo abandonado, recupero hoy para el foro un extracto del reportaje que el extinto “Soria Semanal” publicó, en su número 100, el 24 de febrero de 1979. Hace ahora 30 años. Aunque desde la diáspora no tengamos acceso a las hemerotecas sorianas, el no haber tirado a la basura algunos periódicos de épocas ya pretéritas nos permite conservar algunas curiosidades, después de una minuciosa búsqueda. Reportaje sin firma que resumimos:
“Peñalcázar, o la otra forma de que suene el nombre de Soria”
“De un tiempo a esta parte, precisamente desde cuando se celebran Elecciones Generales en nuestro país, Soria es famosa por el frío, por la mantequilla y por la Mesa Electoral de la localidad de Peñalcázar.
En los dos últimos años, siempre que se han celebrado consultas populares, la Mesa Electoral de Peñalcázar en la que los cuatro integrantes son los cuatro únicos votantes, los que más pronto terminan el escrutinio y los que votan el cien por cien de su censo, salta a los teletipos de las agencias la escueta y simple noticia de que “la localidad soriana de Peñalcázar ha sido la primera en emitir su voto en estas elecciones”.
[…] El último habitante en abandonar el pueblo fue D. Segundo Alcalde, de 47 años, quien se mantuvo como único morador de Peñalcázar algunos meses después de que las últimas familias dijeran adiós definitivamente a este vestigio de la Castilla reconquistadora. Hoy, allí, el derrumbamiento de los inmuebles, las ruinas de los edificios públicos y el expolio de todos los recintos, cuando no el consabido vandalismo ejecutado en algunos lugares, dan la más clara muestra de la Castilla abandonada y de la provincia deprimida.
Pero el retorno de estas familias –a los vecinos de este pueblo se les recuerda en los alrededores como humoristas y de buen talante- a cumplir con un deber ciudadano, o la frecuencia en la visita a sus lugares de origen –muy distinta esta actitud a la de quienes ya Soria es sólo un sitio de veraneo- es todo un hálito esperanzador de quienes se muestran reacios a olvidar su procedencia o a emigrar definitivamente…”
[…] A 1.200 metros, en plena Sierra de Deza, es hoy Peñalcázar el reducto desde donde se divisa la mejor panorámica de esta zona rayana de la provincia. No sería excesivamente costosa la dotación de la infraestructura necesaria, como para que Peñalcázar se convirtiera en un centro de localización turística, de los que carece Soria en esta zona fronteriza con Aragón. Algo que pudiera cambiar el constante rechinar de los goznes de la puertas y ventanas abiertas, que mueven sus hojas al compás del cierzo reinante, por el ritmo de una comunidad artística o cultural, ganadera o turística que no dejase en este lugar el más claro exponente del abandono de Castilla, que sólo se recuerda, anecdóticamente, en los partes electorales de las legislativas y de los referéndums.”
Es evidente que no se han hecho realidad las buenas intenciones del autor del reportaje.
PEÑALCÁZAR
Por su proximidad a Deza, y por las connotaciones que tiene este pueblo abandonado, recupero hoy para el foro un extracto del reportaje que el extinto “Soria Semanal” publicó, en su número 100, el 24 de febrero de 1979. Hace ahora 30 años. Aunque desde la diáspora no tengamos acceso a las hemerotecas sorianas, el no haber tirado a la basura algunos periódicos de épocas ya pretéritas nos permite conservar algunas curiosidades, después de una minuciosa búsqueda. Reportaje sin firma que resumimos:
“Peñalcázar, o la otra forma de que suene el nombre de Soria”
“De un tiempo a esta parte, precisamente desde cuando se celebran Elecciones Generales en nuestro país, Soria es famosa por el frío, por la mantequilla y por la Mesa Electoral de la localidad de Peñalcázar.
En los dos últimos años, siempre que se han celebrado consultas populares, la Mesa Electoral de Peñalcázar en la que los cuatro integrantes son los cuatro únicos votantes, los que más pronto terminan el escrutinio y los que votan el cien por cien de su censo, salta a los teletipos de las agencias la escueta y simple noticia de que “la localidad soriana de Peñalcázar ha sido la primera en emitir su voto en estas elecciones”.
[…] El último habitante en abandonar el pueblo fue D. Segundo Alcalde, de 47 años, quien se mantuvo como único morador de Peñalcázar algunos meses después de que las últimas familias dijeran adiós definitivamente a este vestigio de la Castilla reconquistadora. Hoy, allí, el derrumbamiento de los inmuebles, las ruinas de los edificios públicos y el expolio de todos los recintos, cuando no el consabido vandalismo ejecutado en algunos lugares, dan la más clara muestra de la Castilla abandonada y de la provincia deprimida.
Pero el retorno de estas familias –a los vecinos de este pueblo se les recuerda en los alrededores como humoristas y de buen talante- a cumplir con un deber ciudadano, o la frecuencia en la visita a sus lugares de origen –muy distinta esta actitud a la de quienes ya Soria es sólo un sitio de veraneo- es todo un hálito esperanzador de quienes se muestran reacios a olvidar su procedencia o a emigrar definitivamente…”
[…] A 1.200 metros, en plena Sierra de Deza, es hoy Peñalcázar el reducto desde donde se divisa la mejor panorámica de esta zona rayana de la provincia. No sería excesivamente costosa la dotación de la infraestructura necesaria, como para que Peñalcázar se convirtiera en un centro de localización turística, de los que carece Soria en esta zona fronteriza con Aragón. Algo que pudiera cambiar el constante rechinar de los goznes de la puertas y ventanas abiertas, que mueven sus hojas al compás del cierzo reinante, por el ritmo de una comunidad artística o cultural, ganadera o turística que no dejase en este lugar el más claro exponente del abandono de Castilla, que sólo se recuerda, anecdóticamente, en los partes electorales de las legislativas y de los referéndums.”
Es evidente que no se han hecho realidad las buenas intenciones del autor del reportaje.