La persona que puso la presente fotografía de Peñalcazar no acertó con el título que le ha puesto ya que la nevera está en otro lugar, debajo de los farallones. Estas ruinas que tan acertadamente has plasmado, es una cisterna que recogía el agua en la misma meseta donde se encuentra el pueblo. Servía de abastecimiento en tiempos de asedio a la gran atalaya de Peñalcazar, que al estilo de la fortaleza de Mesada, ubicada en la cima de una planicie y considerada el bastión final de los “celotas”, rebeldes judíos que se levantaron contra el Imperio Romano, suicidándose masivamente para no ser capturados, en aquellos tiempos parecían inexpugnables; pero la historia nos ha demostrado que no fue así. Ambas cayeron en manos de los enemigos, pues no solo de agua vive el hombre. También hay que comer...
Un abrazo.
Un abrazo.