EL PUEBLO DE LA ALEGRÍA
Dame vino compañero
que esta mi copa vacía,
se que todo caballero
aquí desborda alegría.
Estas bodegas airosas
que parecen un poblado,
se sienten muy orgullosas
por ser sitio recordado.
Recuerda vive su historia
de vinos y de aguardiente,
su anisado fue la gloria
de toda su buena gente.
Fueron grandes las meriendas
regadas con vino tinto,
que siempre son recordadas
cuando se talla algún quinto.
La distancia no es problema
cuando se marcha contento,
allí cambian los esquemas
según se viva el momento.
El pueblo de la alegría
lo llaman los forasteros,
allí se vive armonía
con gestos de caballeros.
Meriendas con sus chuletas
casi siempre de cordero,
son como bellas ruletas
para el corazón sincero.
Ese pueblo de alegría
con sabor a merendero,
derrocha dulce armonía
aunque sea el mes de enero.
En estos campos sorianos
que ayer tuvieron viñedos,
sus hombres son más hermanos
aunque no compartan credos.
G X Cantalapiedra.
Dame vino compañero
que esta mi copa vacía,
se que todo caballero
aquí desborda alegría.
Estas bodegas airosas
que parecen un poblado,
se sienten muy orgullosas
por ser sitio recordado.
Recuerda vive su historia
de vinos y de aguardiente,
su anisado fue la gloria
de toda su buena gente.
Fueron grandes las meriendas
regadas con vino tinto,
que siempre son recordadas
cuando se talla algún quinto.
La distancia no es problema
cuando se marcha contento,
allí cambian los esquemas
según se viva el momento.
El pueblo de la alegría
lo llaman los forasteros,
allí se vive armonía
con gestos de caballeros.
Meriendas con sus chuletas
casi siempre de cordero,
son como bellas ruletas
para el corazón sincero.
Ese pueblo de alegría
con sabor a merendero,
derrocha dulce armonía
aunque sea el mes de enero.
En estos campos sorianos
que ayer tuvieron viñedos,
sus hombres son más hermanos
aunque no compartan credos.
G X Cantalapiedra.