LAS LUCES DE LA MAÑANA
Las luces de la mañana
le marcaban el camino,
era su edad muy temprana
para querer hilar fino.
La maleta de la mano
y la esperanza en la mente,
su presente era tan vano
que se notaba indigente.
Aquella triste mañana
tocaba cambiar su rumbo,
miró serio a su ventana
y pensó correr el mundo.
La soledad le acompaña
por caminos y veredas,
pasó por pueblos de España
y cruzó ciertas fronteras.
Emigrante sin destino
con sus penas y tristezas,
temiendo ser adivino
de cometer más torpezas.
La maleta de equipaje
sin saber donde descansa,
a veces cruza el paisaje
sin hacer nunca balanza.
Son sus manos las que tiemblan
esperando ver ayuda,
otras gentes le contemplan
mientras que su frente suda.
Todo se vuelven preguntas,
todo parece misterio,
las penas parecen juntas
en aquel momento serio.
Es emigrante sin rumbo,
cualquier trabajo es sustento,
existe gente en el mundo
que le hace vivir contento.
G X Cantalapiedra.
Las luces de la mañana
le marcaban el camino,
era su edad muy temprana
para querer hilar fino.
La maleta de la mano
y la esperanza en la mente,
su presente era tan vano
que se notaba indigente.
Aquella triste mañana
tocaba cambiar su rumbo,
miró serio a su ventana
y pensó correr el mundo.
La soledad le acompaña
por caminos y veredas,
pasó por pueblos de España
y cruzó ciertas fronteras.
Emigrante sin destino
con sus penas y tristezas,
temiendo ser adivino
de cometer más torpezas.
La maleta de equipaje
sin saber donde descansa,
a veces cruza el paisaje
sin hacer nunca balanza.
Son sus manos las que tiemblan
esperando ver ayuda,
otras gentes le contemplan
mientras que su frente suda.
Todo se vuelven preguntas,
todo parece misterio,
las penas parecen juntas
en aquel momento serio.
Es emigrante sin rumbo,
cualquier trabajo es sustento,
existe gente en el mundo
que le hace vivir contento.
G X Cantalapiedra.