RECUERDA: EN AQUELLA TARDE...

EN AQUELLA TARDE

La tormenta junto al Duero
con sus rayos y centellas,
junto al terrible aguacero
me recordó las estrellas.

El gris de la tarde oscura
se apodero del camino,
aquella tormenta dura
me levanto desatino.

Rayos por el puente abajo,
truenos que asustan la vida,
no era ambiente de relajo
aquella tarde perdida.

El Duero como testigo
de los rayos trepidantes,
la tormenta de castigo
con sus truenos arrogantes.

En la tarde tenebrosa
entre rastrojos tranquilos,
la tormenta no es hermosa
y menos si rompe silos.

No existen las soledades
en las laderas del Duero,
la tormenta da verdades
que se agrandan con el miedo.

Esas tormentas de agosto
que nadie sabe su credo,
asustan a cualquier rostro
con algún temido enredo.

Rayos que no son distantes
y descargan junto al Duero,
son temidos sus instantes
por el labrador sincero.
G X Cantalapiedra.