LA TIERRA DONDE NACIMOS
La tierra donde nacimos la llevamos muy presente, aunque sufriendo su abismo es constante normalmente. Nos hablan de soledades en las tierras de Castilla, y vemos muchas verdades entre su gente sencilla. Emigrantes que dejaron sus pueblos entre las ruinas, en su corazón llevaron el brillo de sus colinas. El tiempo pasa factura dejando huellas siniestras, queda poco de dulzura con ciertas personas muertas. Recordarlo sin temores está lección aprendida, la gente cuenta valores de su tierra tan querida. Pasan años pasan siglos y Soria sigue menguando, muchos pueblos ven suplicio al ver las gentes marchando. Los caminos del olvido hoy los vamos recordando, algunos fueron oficio del que se marchó llorando. Soria notando rincones que ayer fueron lindos campos, tierra que daba emociones, aunque afloraran los llantos. No debemos olvidarlos a estos pueblos tan sencillos, hoy debieran de cuidarlos, aunque ya no existan trillos. Soria sigue despoblada con sus penosos destinos, es una tierra encantada donde se escuchan los trinos. Lejos muy lejos de Soria existen ciertos caminos, donde queda la memoria pensando siempre en sus pinos. Hablar de Soria sin prisa siempre tiene sus encantos, El Duero suelta la brisa que parecen bellos cantos. Pisar calzadas romanas por los caminos de Tiermes, subir por tierras de Uxama entre momentos solemnes. Visitar ruinas famosas allí donde esta Numancia, que, aunque no crezcan las rosas la vida no se ve lacia. Estas tierras castellanas marcadas por muchos siglos, hoy las notamos hermanas envueltas en sus sigilos. Gormaz de grandes leyendas, que pareen ser verdades, hoy que pisamos sus sendas sufrimos sus soledades. G X Cantalapiedra.
La tierra donde nacimos la llevamos muy presente, aunque sufriendo su abismo es constante normalmente. Nos hablan de soledades en las tierras de Castilla, y vemos muchas verdades entre su gente sencilla. Emigrantes que dejaron sus pueblos entre las ruinas, en su corazón llevaron el brillo de sus colinas. El tiempo pasa factura dejando huellas siniestras, queda poco de dulzura con ciertas personas muertas. Recordarlo sin temores está lección aprendida, la gente cuenta valores de su tierra tan querida. Pasan años pasan siglos y Soria sigue menguando, muchos pueblos ven suplicio al ver las gentes marchando. Los caminos del olvido hoy los vamos recordando, algunos fueron oficio del que se marchó llorando. Soria notando rincones que ayer fueron lindos campos, tierra que daba emociones, aunque afloraran los llantos. No debemos olvidarlos a estos pueblos tan sencillos, hoy debieran de cuidarlos, aunque ya no existan trillos. Soria sigue despoblada con sus penosos destinos, es una tierra encantada donde se escuchan los trinos. Lejos muy lejos de Soria existen ciertos caminos, donde queda la memoria pensando siempre en sus pinos. Hablar de Soria sin prisa siempre tiene sus encantos, El Duero suelta la brisa que parecen bellos cantos. Pisar calzadas romanas por los caminos de Tiermes, subir por tierras de Uxama entre momentos solemnes. Visitar ruinas famosas allí donde esta Numancia, que, aunque no crezcan las rosas la vida no se ve lacia. Estas tierras castellanas marcadas por muchos siglos, hoy las notamos hermanas envueltas en sus sigilos. Gormaz de grandes leyendas, que pareen ser verdades, hoy que pisamos sus sendas sufrimos sus soledades. G X Cantalapiedra.