RELLO (Soria)

Eso es mentira la comida esta malisima y de casera nada te sablean bien merece la pena comer en el bar centro social
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El meson la muralla de Rello, si teneis oportunidad de comer alli, os lo recomiendo. La comida casera de este meson está bueniiisima, sus especialidades, chuletas de cordero, conejo al ajillo, las setas de cardo, todo esta riquisimo.No te olvidaras de sus platos y volverás otra vez. Además el trato de sus propietarios es inmejorable, son muy agradables y muy atentos.

La Torre Tiñòno no està en el paraje de Los Pilones ni tiene un muro recrecido en ninguna parte, el informante de màs abajo la confunde con la de La Veruela que està en el término de Caltojar. Legendariamente se dice que en ella murio Almanzor cuando se retiraba malherido a su casa de Medinaceli, con lo cual no habria muerto en Bordecorex sino en el teèrmino de Rello aunque los terminos en aquella epoca no debian coincidir con los de ahora.

Casi por accidente paramos en Rello. Estabamos haciendo la Ruta del Cid en Bicileta Todo Terreno, por causa de un accidente tuvimos que parar en Rello. No solo quedamos impresionados por el pueblo, sino, y esto es lo mejor, por la amabilidad de sus gentes. Nos dieron un trato inmejorable.

La de la izquierda es la casa del señor Carmelo y Pilar. Para´ pilles!

42368 RELLO
Aldea de la Tierra de Berlanga, de la que se desvinculó con anterioridad a 1594, para pasar a otra jurisdicción señorial (condes de Coruña).
Villa fortificada en la confluencia del Escalote y un arroyo que viene de Alpanseque, sobre una peña que protegía el paso desde el sur a las tierras del Duero. Ubicada en las estribaciones de los "Altos de Barahona". Está bastante bien conservada. La construcción actual es de los siglos XIV y XV, pero el origen de la ciudad es anterior. En la parte ... (ver texto completo)

Perdón, quise decir rasgos árabes, porque no hay rasgos islámicos ya que hay islámicos de muchas razas.

Hoy he soñado que las calles de Rello estaban llenas de gente: mujeres de rasgos islámicos pero sin velos y con ropas ceñidas que dejaban adivinar unos cuerpos turgentes y sensuales, niños que jugaban con sus aros alrededor de la picota, hombres sonrientes que se saludaban y tomaban el te a la menta en el bar de la plaza...