Hoy he soñado que las calles de Rello estaban llenas de gente: mujeres de rasgos islámicos pero sin velos y con ropas ceñidas que dejaban adivinar unos cuerpos turgentes y sensuales, niños que jugaban con sus aros alrededor de la picota, hombres sonrientes que se saludaban y tomaban el te a la menta en el bar de la plaza...