PARAMO DE LA LASTRA
Desierto de piedras grises
sin árboles ni viviendas,
carretera con deslices
para no perder las riendas.
Atrás dejas Retortillo
con su paisaje sereno,
La Lastra tiene ese brillo
donde nunca crece el heno.
Páramo sin campo verde,
ni pájaros que nos canten,
hasta la vista se pierde
sin ver un árbol distante.
Las emociones se frenan
entre piedras milenarias,
que el duro invierno les pena
con sus escarchas diarias.
Nunca divise a un humano
pisando sobre su suelo,
ni un pastor siendo soriano
puede encontrar el consuelo.
Paisaje de piedras duras,
donde se toma conciencia,
con penosas singladuras
que te agrandan la conciencia.
La carretera en silencio
parece de otro planeta,,
nadie trata con desprecio
ese raso que te inquieta.
Desierto de piedras grises
sin árboles ni viviendas,
carretera con deslices
para no perder las riendas.
Atrás dejas Retortillo
con su paisaje sereno,
La Lastra tiene ese brillo
donde nunca crece el heno.
Páramo sin campo verde,
ni pájaros que nos canten,
hasta la vista se pierde
sin ver un árbol distante.
Las emociones se frenan
entre piedras milenarias,
que el duro invierno les pena
con sus escarchas diarias.
Nunca divise a un humano
pisando sobre su suelo,
ni un pastor siendo soriano
puede encontrar el consuelo.
Paisaje de piedras duras,
donde se toma conciencia,
con penosas singladuras
que te agrandan la conciencia.
La carretera en silencio
parece de otro planeta,,
nadie trata con desprecio
ese raso que te inquieta.