Con una organización urbana lineal definida por el
Camino Real a
Soria,
San Andrés sorprende por su
arquitectura tradicional serrana, conservando en buen estado gran parte de sus
edificios antiguos. La
ermita de San Andrés Apostol, a la entrada del
pueblo, es el único templo de culto tras el abandono y
ruina de la
iglesia de la Asunción. Es del siglo XVIII, con una nave,
capilla lateral y
espadaña. En su interior, una
pila de
agua bendita sobre un
capitel románico decorado con animales, arroja pistas sobre la
antigüedad de templos anteriores.
Al final del pueblo, una
calle flanqueada por
corrales nos lleva hasta la confluencia de dos riachuelos lugar en el que hasta hace veinte años se reunían las mujeres a lavar. Desde la ultima
casa del pueblo parte una bonita senda que enlaza con un camino bien marcado, paralelo al riachuelo que quedara a nuestra izquierda en la subida a la dehesa, poblada de robles.