Ya ves cómo se mide el tiempo en las piedras del castillo o de laiglesia, de las casas y las cosas. Lugar conocido, campo de reciedumbres, póritico del recuerdo , la hisotira descifrable al ojo que mira la imagen, el paraje, el paisaje. En aire flota la respuessa de tantas identidades. Tambien en lso aperos y herramientas oxidadas de los desvanes, mientras lo mozos refrescan el gaznate con el tinto y el clarete de la rivera del Duero. Comtemplando la foto toco la luz los bieldos, las sogas, las horcas pulidas de tantolaborar, mientas las hoces me interrogan sobre el trillo,la paja, el trigo y el molino. ¿Quién alguna vez hallará el alma de castilla viva, extensa, sufrida, abierta a tan ampios horizontes?