LOS ÁLAMOS DEL RÍO DUERO
Álamos del río Duero
que sufrís de madrugada,
ese frío traicionero
que deja la cara helada.
Locos se vuelven los vientos
en el otoño temido,
con las nieblas de lamentos
si marcha el Duero crecido.
Álamos de la ribera
adornando los caminos,
brotáis en la primavera
entre cánticos y trinos.
Con sonidos musicales
el Duero camina erguido,
sus álamos son normales
nada lo dan por perdido.
Los vientos soplan del norte
en los álamos del Duero,
que se vuelven un resorte
con su frío bajo cero.
Estos álamos sufridos
con heladas invernales,
se ven de nuevo metidos
en calores infernales.
Estos álamos del Duero
llenos de sombras escritas,
tienen amor verdadero
por ver sus hojas bonitas.
Pasa el agua por el Duero
entre sus bellos sonidos,
tienen sabor romancero
estos álamos erguidos.
Álamos junto a sus puentes
como los fieles amigos,
y otras veces penitentes
esperando a ser testigos.
G X Cantalapiedra.
Álamos del río Duero
que sufrís de madrugada,
ese frío traicionero
que deja la cara helada.
Locos se vuelven los vientos
en el otoño temido,
con las nieblas de lamentos
si marcha el Duero crecido.
Álamos de la ribera
adornando los caminos,
brotáis en la primavera
entre cánticos y trinos.
Con sonidos musicales
el Duero camina erguido,
sus álamos son normales
nada lo dan por perdido.
Los vientos soplan del norte
en los álamos del Duero,
que se vuelven un resorte
con su frío bajo cero.
Estos álamos sufridos
con heladas invernales,
se ven de nuevo metidos
en calores infernales.
Estos álamos del Duero
llenos de sombras escritas,
tienen amor verdadero
por ver sus hojas bonitas.
Pasa el agua por el Duero
entre sus bellos sonidos,
tienen sabor romancero
estos álamos erguidos.
Álamos junto a sus puentes
como los fieles amigos,
y otras veces penitentes
esperando a ser testigos.
G X Cantalapiedra.