ENTRE ALAMEDAS DEL DUERO
Las alamedas del Duero
están marcando su pausa,
algún grado bajo cero
harán que sufra su causa.
Amarillas y volando
sus hojas buscan distancia,
el viento las va llevando
con muchísima arrogancia.
Parecen ser mensajeros
de un mañana de templanza,
entre vientos lisonjeros
quisieran bailar su danza.
Arboledas con caminos
a la Ribera del Duero,
hoy no existen adivinos
que adoren al romancero.
Sombras que marchan perennes
entre el sueño pasajero,
hojas que tienen vaivenes
con su ritmo aventurero.
Caminos con arboledas
que son divisas del Duero,
brisas que traspasan sedas
en el duro mes de enero.
Los álamos del camino
son perfectos caballeros,
hay quien se siente adivino
cuando llegan aguaceros.
Arboledas que se crecen
cuando los fríos son serios,
a veces se prevalecen
por aumentar sus misterios.
G X Cantalapiedra.
Las alamedas del Duero
están marcando su pausa,
algún grado bajo cero
harán que sufra su causa.
Amarillas y volando
sus hojas buscan distancia,
el viento las va llevando
con muchísima arrogancia.
Parecen ser mensajeros
de un mañana de templanza,
entre vientos lisonjeros
quisieran bailar su danza.
Arboledas con caminos
a la Ribera del Duero,
hoy no existen adivinos
que adoren al romancero.
Sombras que marchan perennes
entre el sueño pasajero,
hojas que tienen vaivenes
con su ritmo aventurero.
Caminos con arboledas
que son divisas del Duero,
brisas que traspasan sedas
en el duro mes de enero.
Los álamos del camino
son perfectos caballeros,
hay quien se siente adivino
cuando llegan aguaceros.
Arboledas que se crecen
cuando los fríos son serios,
a veces se prevalecen
por aumentar sus misterios.
G X Cantalapiedra.