En San Felices me figuro la vida como un píelago de felicidad con aquella paz y aquella tranquilidad que reina por esa tiera. De Añavieja, de donde conozco una señora que se llama Milagros, no he pasado o sea que he estado muy cerca. De todas las maneras se que hasta San Felices llega el Bibliobús de nuestra querida Diputación Provincial y que si queréis pasarlo bién tenéis que pedirles el libro "Pinceladas de mi Pueblo Deza". Ya veréis como os encanta por varias razones. Al fin y al cabo, somos casi vecinos, aunque un poco más abajo.Un abrazo.