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Se perciben tus segundos callados doblando la esquina, y entonces pienso que ¡hay tantas cosas inevitables!; como el encrespamiento de mis venas antes de enamorarme otra vez de ti.
La lluvia tras el cristal; una hermosa melodía. Tu mano rozando mi piel; un escalofrío hacia la perfección.
YA SE PRESIENTE EL OTOÑO

Viene corriendo deprisa
sin dejarnos un respiro,
tiene el otoño esa brisa
de dar a el tiempo su giro.

El otoño se presiente
con tristes melancolías,
mientras el calor presente ... (ver texto completo)
Incendio producido en dicho pueblo
¿Quién eres? No sale tu nombre.
Habitantes en torre blancos Soria
Soy argentina, mi abuela vino de Herrera de Soria y mi nombre es Ana Moreno. Escribo poemas y tengo alguno hecho a ese lugar pensando en la partida de mis abuelos allá cuando el 1900 comenzaba. Demás está decirte que busco algún nexo de familia pero también me encantaría publicar mi poema. Podés orientarme? Muchas gracias.
Hola Ana. Nada puedo decirte de tus antepasados, pero que sepas que tienes a tu disposición esta página para publicar tus poemas. Un saludo.
Un silencio de palabras inmensas.
Un cruce de luces donde prender versos.
La última puerta de entrada al paraíso, tal vez.
Si alguna vez te perdiste entre las líneas de un poema y te gustó, inténtalo por los caminos de Soria; se trata de la misma poesía.
Soy argentina, mi abuela vino de Herrera de Soria y mi nombre es Ana Moreno. Escribo poemas y tengo alguno hecho a ese lugar pensando en la partida de mis abuelos allá cuando el 1900 comenzaba. Demás está decirte que busco algún nexo de familia pero también me encantaría publicar mi poema. Podés orientarme? Muchas gracias.
Y por fin la serenidad sin palabras enredadas en la lengua.
De aquella tarde solo queda el recuerdo de las palabras suspendidas en el aire; y yo al otro lado de la línea que nunca te atreviste a pasar.
Y no buscaste en las hojas del castaño la linea infinita de nuestro destino. Ahora, tan solo el silencio, tiene en ellas su última morada.
anoche cuando dormia imagine tu presencia amante, imagine que me levantaba para intentar abrazate. para decirte te quiero pese a todo mas que a nadie. y que si en mi imaginacion soy tuya no quiero mas realidades.
LA SOLEDAD Y EL MIEDO
Cuando las voces se callan
y reinan las soledades,
parece que se detallan
muchas penosas verdades.

La soledad se acrecienta
con su silencio de miedo,
solo la mente se inventa
lo que puede ser su enredo.

Soledad de los caminos
que encierran ciertos misterios,
donde ni se escuchan trinos
en los momentos más serios.

Soledad donde caminas
si el campo sigue desierto,
tus palabras que iluminas
verán el futuro incierto.

Soledades de la noche
que a veces te causan miedo,
es posible tu reproche
si todo te importa un bledo.

Miedo de las soledades
que se buscan de consuelo,
se temen las falsedades
que se arrastran por el suelo.

El miedo marcha orgulloso
queriendo imponer su credo,
dicen que vive celoso
y a veces levanta el vuelo.

La soledad vive sola
abrazada a su recuerdo,
a veces tan solo implora
vivir su camino cuerdo.

La soledad viene andando
sin tener un compañero,
en sus ojos van brillando
colores de los luceros.

La soledad va marcando
su sufrido sentimiento,
mientras nos está dejando
un feliz comportamiento. ... (ver texto completo)
La belleza de un atardecer y el color de la esperanza; dos cosas que un desastre nunca podrá cambiar.
CUANDO SE APAGAN LAS BRASAS

Los lamentos van marcando
muchos fallos horrorosos,
hombres que marchan pensando
en los fuegos tenebrosos.

Cuando se lloran fracasos
sin poner remedio alguno,
se deben mirar los pasos
de un mal fuego inoportuno.

Los lamentos aparecen
para comentar los daños,
mientras las dudas se crecen
con el paso de los años.

Fuegos que dejan sus huellas
en los montes más preciosos,
donde muchas tardes bellas
fueron lugares gozosos.

Cuando se apagan las brasas
y solo quedan cenizas,
ves que los daños rebasan
las esperanzas plomizas.

Cenizas que son pasado
de las grandes arboledas,
con sentimiento truncado
en muchas de sus veredas.

Miras el monte quemado
y ruegas a las estrellas,
que tu recuerdo añorado
viva las tardes aquellas.

Como esqueletos sin alma
son los arboles quemados,
que les abrasó la llama
y se vieron condenados.

Cenizas sobre el camino
que van marcando la ruta,
fuego que da desatino
y más con su fuerza bruta.
G X Cantalapiedra. ... (ver texto completo)
Siempre duele ver como el fuego se traga todo, pero verlo tan de cerca como me ha tocado hoy, y sabiendo además que a cada minuto que pasaba se tragaba un pedacito de nuestro monte, ha sido tan horrible que mi corazón se ha encogido a la mitad. Por mi cabeza han pasado muchas cosas, pero sobre todo esa valentía que demostran quienes se enfrentran a tamaño peligro, sin pensar en otra cosa que acabar con ese infierno cuanto antes para evitar que nos robe nuestra tierra y nuestros animales.
Mi apoyo ... (ver texto completo)