"UNA MENTIRA REPETIDA MIL VECES SE CONVIERTE EN UNA VERDAD" (Joseph Goebbels)
(Uno no creía que Goebbels tuviese tantos seguidores por estos lares hispanos)
CINCO AÑOS MÁS TARDE, LA TONTUNA OCURRIDA A NUESTROS DIRIGENTES Y DIRIGENTAS SIGUE VIGENTE GRACIAS A LOS PAPAGAYOS DE LOS MEDIOS (¿O son loros los que repiten todo lo que oyen?)
Por eso, cinco años más tarde, el artículo de Arturo Pérez-Reverte conserva también toda su vigencia.
Al final, género
Una lengua maltratada por quienes más deberían respetarla. (Por Arturo-Pérez Reverte)
Se veía venir. Ley contra la Violencia de Género, la han llamado. Pese a los argumentos de la Real Academia Española, el Gobierno del talante y el buen rollito, impasible el ademán, se ha pasado por el forro de los huevos y de las huevas los detallados argumentos que se le presentaron, y que podríamos resumir por quincuagésima vez diciendo que ese género, tan caro a las feministas, es un anglicismo que proviene del puritano gender con el que los gringos, tan fariseos ellos, eluden la palabra sex. En España, donde las palabras son viejas y sabias, llamar violencia de género a la ejercida contra la mujer es una incorrección y una imbecilidad; pues en nuestra lengua, género se refiere a los conjuntos de seres, cosas o palabras con caracteres comunes –género humano, género femenino
(Uno no creía que Goebbels tuviese tantos seguidores por estos lares hispanos)
CINCO AÑOS MÁS TARDE, LA TONTUNA OCURRIDA A NUESTROS DIRIGENTES Y DIRIGENTAS SIGUE VIGENTE GRACIAS A LOS PAPAGAYOS DE LOS MEDIOS (¿O son loros los que repiten todo lo que oyen?)
Por eso, cinco años más tarde, el artículo de Arturo Pérez-Reverte conserva también toda su vigencia.
Al final, género
Una lengua maltratada por quienes más deberían respetarla. (Por Arturo-Pérez Reverte)
Se veía venir. Ley contra la Violencia de Género, la han llamado. Pese a los argumentos de la Real Academia Española, el Gobierno del talante y el buen rollito, impasible el ademán, se ha pasado por el forro de los huevos y de las huevas los detallados argumentos que se le presentaron, y que podríamos resumir por quincuagésima vez diciendo que ese género, tan caro a las feministas, es un anglicismo que proviene del puritano gender con el que los gringos, tan fariseos ellos, eluden la palabra sex. En España, donde las palabras son viejas y sabias, llamar violencia de género a la ejercida contra la mujer es una incorrección y una imbecilidad; pues en nuestra lengua, género se refiere a los conjuntos de seres, cosas o palabras con caracteres comunes –género humano, género femenino