Cuando ni quien suscribe ni muchos de los que por aquí andamos habíamos nacido, Miguel Delibes ya había escrito su primera novela, "La sombra del ciprés es alargada" (premio Nadal, 1947) con la que iniciaba una larga y fructífera obra. Afortunadamente, Miguel Delibes forma ya parte de nuestro patrimonio cultural y sus libros se han convertido en un referente de obligada lectura. Hay quien, lógicamente, no contará a Delibes entre sus favoritos, ni comparta este punto de vista mío, porque sobre gustos sí hay mucho escrito, pero la sombra del escritor vallisoletano se agiganta, máxime en una época en que nos inundan las librerías con superventas (o "bestseller"), de una más que dudosa calidad, en la mayoría de los casos, paja que se llevará el viento apenas pasada una corta temporada. Y hoy, cualquier hijo de vecino, respaldado por un potente grupo económico y de imagen, fabrica libros como quien fabrica churros, con negro o no incluido en la bolsa de la compra.
A otros, siempre nos quedará el buen regusto de los numerosos libros de Miguel Delibes, ya un clásico de nuestra literatura, de la literatura universal.
A otros, siempre nos quedará el buen regusto de los numerosos libros de Miguel Delibes, ya un clásico de nuestra literatura, de la literatura universal.
Punto de vista que comparto plenamente, Manuel.
Un saludo.
Un saludo.