Sí Félix, es para cabrearse, pero si nos ponemos en la piel de los pequeños empresarios, que no tienen acceso al crédito y además las Administraciones del Estado, pagan los trabajos con mucha demora, entenderemos que no se atrevan a dar trabajo, porque si no pagan al trabajador, éste no va entender estos problemas y, a lo peor, le va a romper la cara.
Un abrazo
Un abrazo