EN EL OCASO
Un precioso capullo fue ayer la rosa,
Hoy se abre bella y perfumada.
Mañana solo será una flor marchita.
Mi vida ya sucedió. Hoy la contemplo expectante. Transcurrió la niñez, con esa curiosidad propia del que tiene que descubrir la totalidad. Cuando nacemos la hoja está en blanco. Hay quien escribe pocos renglones, pero los hay con una gran curiosidad, con avidez de conocimiento. Aquí me incluyo.
La juventud fue corta, pues fue truncada por un fatal accidente; aún así esa ansia de saber no disminuyó. La movilidad reducida me proporcionó más tiempo para el aprendizaje y la reflexión.
Conocí el amor y debo reconocer que fue para mí el descubrimiento más maravilloso del Universo. Idealicé a la mujer - a lo femenino – y aún hoy sigo pensando lo mismo: Son el alma del mundo, más bellas que las rosas, que los bosques, que los mares; más que el crepúsculo vespertino.
Hoy todavía no he muerto, porque la curiosidad está intacta y continúo apreciando la belleza; pero lo hago desde la distancia. Ya no peleo como ayer, los problemas ya no me afectan como ayer y la responsabilidad es infinitamente inferior: No hay que trabajar para comer, no hay que educar a los hijos y, aunque otros problemas, propios de la edad, acechan, espero saber resolverlos sin perder el equilibrio psico-físico.
La idea de Dios es cada vez más compleja para mí; es una materia que escapa a mi comprensión. Quiero creer, pero las dudas crecen. ¿Cómo comprender a un creador perfecto con las imperfecciones de sus criaturas? Es posible que mi mente finita, no alcance a comprender lo infinito.
Un abrazo, amigos de Soria
Un precioso capullo fue ayer la rosa,
Hoy se abre bella y perfumada.
Mañana solo será una flor marchita.
Mi vida ya sucedió. Hoy la contemplo expectante. Transcurrió la niñez, con esa curiosidad propia del que tiene que descubrir la totalidad. Cuando nacemos la hoja está en blanco. Hay quien escribe pocos renglones, pero los hay con una gran curiosidad, con avidez de conocimiento. Aquí me incluyo.
La juventud fue corta, pues fue truncada por un fatal accidente; aún así esa ansia de saber no disminuyó. La movilidad reducida me proporcionó más tiempo para el aprendizaje y la reflexión.
Conocí el amor y debo reconocer que fue para mí el descubrimiento más maravilloso del Universo. Idealicé a la mujer - a lo femenino – y aún hoy sigo pensando lo mismo: Son el alma del mundo, más bellas que las rosas, que los bosques, que los mares; más que el crepúsculo vespertino.
Hoy todavía no he muerto, porque la curiosidad está intacta y continúo apreciando la belleza; pero lo hago desde la distancia. Ya no peleo como ayer, los problemas ya no me afectan como ayer y la responsabilidad es infinitamente inferior: No hay que trabajar para comer, no hay que educar a los hijos y, aunque otros problemas, propios de la edad, acechan, espero saber resolverlos sin perder el equilibrio psico-físico.
La idea de Dios es cada vez más compleja para mí; es una materia que escapa a mi comprensión. Quiero creer, pero las dudas crecen. ¿Cómo comprender a un creador perfecto con las imperfecciones de sus criaturas? Es posible que mi mente finita, no alcance a comprender lo infinito.
Un abrazo, amigos de Soria
Una vez más, José Luis, me descubro. Si algún día dejas de participar en este foro te envío a una pareja de la guardia civil, palabra. No sé cómo no se anima más gente a entrar en este foro. Me parece que, aunque suene a egocentrismo, a algunos foros les pasa como a la 2 de TVE, que los índices de audiencia suelen estar reñidos con la calidad. Sigo apostando por la calidad, de la que tú eeres un fiel exponente y sin cobas. Gracias, una vez más, y un abrazo.