CON CRITERIO PROPIO
Mi amigo Javier, estudió durante más de quince años en una universidad de San José de California, de inspiración cristiana, pero menos dogmática de las que conocía anteriormente. Me comentaba que aprendió a desterrar muchos prejuicios adquiridos por una educación monolítica, que no dejaba opción a otras formas de pensamiento. Aún así reconocía que al final, dejó aquellas enseñanzas, para pensar por sí mismo y conseguir una mente libérrima, porque cualquier organización política o religiosa, tiende a inculcar la idea de que esa, y solo esa, es la verdadera y la que nos conviene y todas las otras son despreciables. En realidad, dice Javier, todos los caminos pueden ser buenos, si los fines lo son. En la universidad que comentaba anteriormente le hicieron ver que Dios es omnipresente y que todos lo tenemos en nuestro interior, desde donde podemos oír su voz y con quien comentar nuestras dudas. Nunca nos engañará, si preguntamos de buena fe. Hay quien le llama a esto intuición o sexto sentido y lo sitúan en la glándula pineal (el tercer ojo), detrás y un poco más abajo de la glándula pituitaria. El resumen de cuanto antecede es, que mientras estamos tutelados y nos dejamos arrastrar por el criterio, sincero o interesado, de cualquier organización, corremos el riesgo de la manipulación y la mentira y, lo más importante, al pensar otros por nosotros, careceremos de criterio propio. Al escribir esto, recuerdo un libro escolar “Infancia”, en una de cuyas lecciones, se referían al librepensador, como a un diablo, con rabito y todo. ¡Qué tiempos aquellos!
Un abrazo, amigos de Soria
Mi amigo Javier, estudió durante más de quince años en una universidad de San José de California, de inspiración cristiana, pero menos dogmática de las que conocía anteriormente. Me comentaba que aprendió a desterrar muchos prejuicios adquiridos por una educación monolítica, que no dejaba opción a otras formas de pensamiento. Aún así reconocía que al final, dejó aquellas enseñanzas, para pensar por sí mismo y conseguir una mente libérrima, porque cualquier organización política o religiosa, tiende a inculcar la idea de que esa, y solo esa, es la verdadera y la que nos conviene y todas las otras son despreciables. En realidad, dice Javier, todos los caminos pueden ser buenos, si los fines lo son. En la universidad que comentaba anteriormente le hicieron ver que Dios es omnipresente y que todos lo tenemos en nuestro interior, desde donde podemos oír su voz y con quien comentar nuestras dudas. Nunca nos engañará, si preguntamos de buena fe. Hay quien le llama a esto intuición o sexto sentido y lo sitúan en la glándula pineal (el tercer ojo), detrás y un poco más abajo de la glándula pituitaria. El resumen de cuanto antecede es, que mientras estamos tutelados y nos dejamos arrastrar por el criterio, sincero o interesado, de cualquier organización, corremos el riesgo de la manipulación y la mentira y, lo más importante, al pensar otros por nosotros, careceremos de criterio propio. Al escribir esto, recuerdo un libro escolar “Infancia”, en una de cuyas lecciones, se referían al librepensador, como a un diablo, con rabito y todo. ¡Qué tiempos aquellos!
Un abrazo, amigos de Soria